Las academias recelan del nuevo Real Decreto

M. Espadas
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El sector de la enseñanza no reglada muestra su preocupación ante los posibles efectos de la desaparición de las repescas en la ESO

Las academias recelan del nuevo Real Decreto - Foto: Tomás Fernández de Moya

El Gobierno de España aprobó el martes un Real Decreto que modifica sustancialmente las condiciones para superar los cursos académicos y que elimina del calendario los exámenes de recuperación en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). A partir de ahora, los alumnos podrán graduarse sin necesidad de tener todas las asignaturas aprobadas, desaparece el límite de dos materias suspensas para titular y se permitirá presentarse a la EvAU con un suspenso, cuando hasta ahora se exigía tenerlo todo aprobado. Así, la decisión de que un alumno pase o no de nivel se tomará de forma colegiada por la junta de evaluación del colegio o instituto al finalizar el curso, sin depender ya del criterio objetivo de asignaturas aprobadas.

Varios son los colectivos que han advertido los perjuicios que va a ocasionar este Real Decreto de Evaluación, Promoción y Titulación, alertando de que, de este modo, serán más los alumnos, y con menos esfuerzo, los que obtengan el título en su primer intento en esta etapa de formación, pero llegando al Bachillerato peor preparados. En este sentido, varias comunidades autónomas ya han anunciado que intentarán demorar la aplicación de este Real Decreto lo que la legalidad les permita.

Uno de los colectivos que ha recibido con más preocupación este Real Decreto es el de enseñanza no reglada. La menor exigencia a los alumnos de la ESO para promocionar de curso se traducirá en que éstos verán menos necesario acudir a clases de refuerzo, ya que los únicos exámenes de repesca que se mantendrán serán los de Bachillerato. «Está claro que si los alumnos pueden pasar de curso sin aprobar y no hay recuperaciones, habrá muchas familias que no recurran a las academias», advierte Juan Pablo Trujillo, propietario del centro Miacademia y con casi 20 años de experiencia en el sector.

Además, se trata de un ámbito que ya sufrió una importante merma en su actividad cuando se eliminó la clásica recuperación de septiembre y se adelantó a finales de junio. «Aquello nos hizo bastante daño porque para nosotros desapareció toda nuestra actividad durante la época veraniega, dejándolo todo en dos semanas, entre finales de mayo y principios de junio», se recuerda desde la Academia Junior, una de las más antiguas de Ciudad Real, con 25 años de historia. Por ello, se confía en que esta nueva vicisitud no les lastre aún más.

En cualquier caso, será a partir de enero cuando las academias noten o no los efectos de este cambio de legislación, pues es la época más propicia para las matriculaciones de nuevos alumnos. «Es un mes en el que notamos un relevante impulso, y esperemos que esto no influya de manera negativa», desea Trujillo, a quien le tranquiliza el hecho de que la mayoría de sus alumnos no están en la academia en busca de aprobados a la desesperada, sino «para reforzar sus conocimientos para lograr una nota más alta en su evaluación».