El director del Festival de Teatro de Almagro, Ignacio García, destacó como «estupenda primicia» el poder contar en el festival con «una comedia escrita como las que se hacía en el barroco», que es el caso de las obras todas hieren y una mata, de Yago Cáceres.

El montaje, una producción de Ay Teatro, pretende recuperar la forma estilística de la Comedia nueva de Lope porque «queda demostrado que este modo de escribir y montar teatro sigue funcionando», explicó el director argentino Yago Cáceres, que ha vuelto a contar para la ocasión con Álvaro Tato que, en su opinión, «roza la perfección» construyendo «una sistema de relojería» con su dramaturgia, elogió.

La propuesta de Cáceres pretende volver al «teatro de origen», con «la escena lo más desnuda posible» para permitir que «sea el trabajo de los actores el que ayude a tender un puente entre la escena y el patio de butacas», indicó García.

Para Cáceres, el teatro «no ha de ser una actividad intelectual de tipos que se sientan en una silla, sino algo tan vivo como el deporte o el juego de los niños» para seguir conectando con el público mediante «lo lúdico, algo esencial en el teatro».

Tato definió su texto como «algo que va más allá del simple homenaje» al Siglo de Oro y que se ha ajustado «estrictamente» a la estructura formal de la comedia de Lope, pero añadiendo «a sus 2.500 versos con décimas, redondillas y hasta octavas reales» la libertad temática que permite la contemporaneidad.

El dramaturgo aplaudió la apuesta del Festival por «convertirse en una reserva de nuestro barroco» y resaltó que «tenemos uno de los grandes tesoros culturales y literarios» del mundo.

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