El comisario de la exposición "Gil Vicente. Portugal y España en los albores del teatro europeo", Javier Huerta, ha asegurado que la idea de esta muestra, que se expone dentro del 45 Festival de Teatro Clásico de Almagro, es que el público español conozca a este importante autor del siglo XV que, "para los portugueses, es la figura máxima del teatro", pero para los españoles es "muy desconocido, teniendo a Cervantes, Lope, Calderón, Tirso, Lorca o Valle-Inclán".
Así lo ha manifestado en una entrevista con la Agencia Efe, en la que ahonda sobre la obra de este escritor, considerado el primer dramaturgo portugués y que tuvo como maestro al español Juan de la Encina, y que "escribía teatro, indistintamente, en portugués y en español, y nos sirve como pretexto para hablar del teatro en los inicios y también del teatro moderno".
Sobre la exposición, que inauguró el pasado 30 de junio el ministro de Cultura, Miquel Iceta, ha detallado que "la figura pretexto para su montaje es el propio Gil Vicente" y que su recorrido expositivo está dividido en cuatro grandes secciones: 'Tiempo de descubrimientos', 'Viejas fórmulas, nuevas sensibilidades', 'La ceremonia teatral y sus protagonistas' y 'Gil Vicente, nuestro contemporáneo'.
Y ha explicado que a la primera de las cuales se le denomina 'Tiempo de descubrimientos', porque, justamente, "tanto España como Portugal son los dos reinos que están volcados hacia la búsqueda de nuevas tierras y nuevos mares y eso tiene mucho que ver con el hecho de que la mayor parte, por no decir todos los dramaturgos de finales del siglo XV y principios del XVI, procedan de esas tierras de lo que yo llamo 'el oeste ibérico'", ha puntualizado.
Del mismo modo ha señalado que "podríamos trazar un perímetro que abarque desde Lisboa, Évora, Coimbra, Zamora, Salamanca, Ávila, Toledo, Cáceres, Badajoz y ahí, precisamente, surge este teatro, lo mismo que la mayoría de descubridores y conquistadores son de esta tierra", ha aseverado.
Y ha agregado: "hay como una refundación del teatro, el teatro lo habían inventado los griegos, pero hasta el siglo XVI no se construye un verdadero teatro moderno en Europa y, justamente España y Portugal están ahí en la misma empresa, unidos en la búsqueda de ese teatro que es bastante moderno, porque la mayoría de dramaturgos son, a la vez, cómicos, son actores, es decir, que conocen la práctica teatral, no escriben por un lado y luego dejan la obra en manos de los directores, sino que ellos mismos lo hacen todo".
Según el comisario de la exposición, otra característica de este teatro es que "está hecho para las cortes, es decir, al servicio de señores, nobles, reyes, cardenales, papas, etcétera; es un teatro muy popular, pero su ámbito de producción es la corte, entendiendo corte en un sentido muy amplio, porque allí asistían desde el rey hasta los criados".
Huerta ha insistido en que "la idea de la exposición es que el público español entendiera que Gil Vicente, para los portugueses, es la figura máxima del teatro, de la historia del teatro, pero los españoles no sabríamos decir en qué número del ránking estaría, pero teniendo a Cervantes, a Lope, a Calderón, a Tirso, a Lorca o a Valle-Inclán, pues Gil Vicente para nosotros es muy desconocido".
Sobre la exposición propiamente dicha, ha indicado que "las piezas estrella de la exposición son los libros", traídos de la Biblioteca Nacional y que integran la colección 3 de obras del autor portugués, y ha citado también las frases del inicio del recorrido de la muestra escritas por autores más contemporáneos como Alberti o García Lorca sobre Gil Vicente.
También se pueden ver escenografías y figurines, maquetas de teatro y vestuario de personajes de las obras del dramaturgo portugués, además del cancionero de Juan de la Encina y "un retrato magnífico de Erasmo", ha resaltado el comisario, que ha concluido: "es una exposición de categoría tanto por el valor económico de las piezas, como por el valor teatral de las mismas".