La campaña de aceituna, menos cosecha y mejores precios

Manuela Lillo
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El sector olivarero subraya que las variedades tempranas tienen cada vez más peso en el mercado, y de ahí el adelanto de la recogida, y el mayor coste que afrontar por los suministros

La campaña de aceituna, menos cosecha y mejores precios - Foto: Tomás Fernández de Moya

Hace unos años era impensable ver a agricultores de la provincia recogiendo aceituna a principios de noviembre, pero las condiciones meteorológicas de este año, 'gracias' a la sequía, así como las nuevas variedades y el cambio en los gustos del mercado, en favor de «aceites más frescos y más olorosos», ha hecho que la campaña de aceituna echara a andar hace unos días en la provincia de Ciudad Real. 

Será una campaña adelantada, en torno a una semana y media, pero también se prevé más corta, aunque las lluvias del puente de Todos los Santos frenaron la previsión de caída. Se partía de un 20 o incluso un 30% de descenso, sin embargo, ahora puede rondar en la provincia entre el 10 y el 15% sobre las 53.000 toneladas de aceite del año pasado, calificado como «medio», según las previsiones generales que realiza Asaja en la provincia y que dio a conocer a este diario su gerente, Agustín Miranda. 

La campaña arranca también con unos precios «mejores que en años anteriores», en torno a los tres euros el kilo o algo más dependiendo de si son aceites vírgenes o aceites virgen extra, por lo que el sector confía en que se mantengan y no vuelvan los tiempos «ruinosos» en las que el kilo estaba en torno a los 2,40 euros. 

La campaña de aceituna, menos cosecha y mejores preciosLa campaña de aceituna, menos cosecha y mejores precios - Foto: Tomás Fernández de MoyaEn este sentido se pronunció también a La Tribuna el director del Grupo Montes Norte, José Luis Amores, que explicó que los precios, más altos que el año pasado, se deben «a la oferta y la demanda», es decir, a menos producción, más precio, pero no a que se hayan repercutido la subida de los costes que también sufre el sector, apuntando a esa incidencia que se nota ya en el día a día de los agricultores ante la que es la cosecha más cara de la historia, con el aumento de precios de fertilizantes, semillas y del valor de la energía, «casi el doble» que en otros años.

Amores comentó que el precio del aceite lleva «unos nueve meses estable», y que «ahora compensa un poco la subida de costes, pero no en el margen que corresponde», aunque indicó que la intención con la que trabajan es no repercutir el aumento del coste de los suministros en el precio al consumidor. 

¿Una campaña sin trabajadores?

La contratación de mano de obra para la recogida de la aceituna es otro de los aspectos que está encima de la mesa. Mientras que desde Asaja consideran que todavía no puede hablarse de un problema de falta de mano de obra, indican que se trata más bien «de una necesidad» y que quienes busquen trabajo tienen ahora «una oportunidad en el campo». No obstante, Amores señaló las dificultades para encontrar mano de obra en los pueblos, un aspecto al que también se refirió Isidro Díaz del Campo, de Agromartela, quien la semana pasada se encontraba recogiendo la aceituna en Daimiel. 

La campaña de aceituna, menos cosecha y mejores preciosLa campaña de aceituna, menos cosecha y mejores precios - Foto: Tomás Fernández de MoyaEste agricultor, socio de Montes Norte desde hace unos cinco años, se refirió al adelanto de la cosecha, que comenzó en su caso con la arbequina, una variedad temprana de la que dispone unas 20 hectáreas y que recogió gracias a una máquina vendimiadora adaptada al olivar. Eso permite- dijo- afrontar con celeridad la recogida debido a un proceso de mecanización que ha avanzado mucho en algunos puntos de la provincia. Así, tras la arbequina pasará a recoger 10 hectáreas de picual para las que usará los paraguas de cosecha y una cuadrilla de apoyo para recoger a mano. 

La campaña que ahora comienza se desarrollará, al menos, hasta finales del mes de enero de 2022 y grupos como el de Montes Norte mantendrá una gran actividad durante este periodo, para el cual mantienen todos los protocolos sanitarios. No obstante, Amores reconoce que en esta ocasión hay una «mayor tranquilidad» gracias a la vacunación frente al coronavirus. «Tampoco existe el miedo a que se paralice la recogida de toda la cuadrilla si se detecta algún positivo», dado que si el resto da negativo no es necesario que guarden cuarentena.