La futura reactivación del Plan Especial del Alto Guadiana, la regularización de pozos que lleva años pendiente, la tubería a la llanura manchega o el mal estado que presentan los embalses debido a la sequía son algunos de los temas que se abordan en esta entrevista con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Samuel Moraleda.

A finales de septiembre se avanzó que el Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG) se reactivará con 250 millones de euros, ¿para qué se va a invertir ese dinero?
Lo que puedo decir es que la Secretaría de Estado está trabajando en este asunto. Es el propio secretario de Estado de Medio Ambiente el que comunicó en la jornada del 'Alto Guadiana, una responsabilidad de todos', que celebramos el pasado 28 de septiembre en Alcázar, el que trasladó la idea de recuperar el modelo de gestión plasmado en el Plan Especial del Alto Guadiana y también que se iba a reactivar el modelo de gestión del Consorcio con tres objetivos fundamentales, por este orden que señaló el secretario de Estado: la recuperación ambiental del territorio, que como consecuencia de esa restauración ambiental se trasladara certidumbre a todos los usuarios sobre el recurso que realmente tenemos disponible para el futuro y que esta recuperación tendría que sustentarse en un modelo de sostenibilidad. Es verdad que se comprometieron 250 millones de euros, y en eso se está trabajando, bien a través del propio plan hidrológico, de la propia planificación que se apruebe antes del 31 de diciembre y a través de los fondos de recuperación, transformación y residencia. Estos 250 millones, también se dejó claro en la jornada, son complementarios a las aportaciones que tiene que hacer el resto de interesados en el territorio.

¿Parte de ese dinero irá para la regularización de pozos que está pendiente?
Parte del dinero se empleará en digitalización, que será una parte importante con el fin de potenciar la eficiencia, y otra parte, seguramente, será para adquisición de derechos, no solamente para la regularización sino para la sostenibilidad, porque insisto en que lo prioritario es la recuperación ambiental. Como el Plan Especial del Alto Guadiana establecía en su momento, el 70% de los derechos adquiridos irían para la recuperación ambiental y el 30% para las explotaciones prioritarias pendientes de regularizar.  

¿Cuál es el mensaje para los propietarios de explotaciones prioritarias que están pendientes de la regularización desde 2008?
El mensaje es que el Ministerio se ha comprometido y está trabajando en esa recuperación ambiental.

¿Se van a regularizar esos pozos? Son propietarios que llevan años pendientes de eso y querrán saber si habrá regularización o no...
Yo no tengo todavía la varita mágica para decirte esto, se está trabajando en ello y lo que desconozco son los plazos. Hay que hacer las ofertas de adquisición de derechos, hay que adquirir esos derechos y a partir de ahí hacer como se hizo en la otra etapa, cuando estaba operativo el Plan Especial del Alto Guadiana.

Otra vía que se está utilizando por los propietarios de pozos para tratar de regularizarlos es la presentación de demandas civiles, ¿qué situación hay al respecto?
Puede suceder que una explotación, de hecho ha sucedido, caracterizada como prioritaria haya presentado una demanda civil ante el organismo de cuenca y el tribunal correspondiente le atienda esa demanda y nosotros tengamos que anotar en el catálogo de aguas privadas lo solicitado. En alguna ocasión puede que haya ocurrido. Lo que sí quiero comentar al respecto es que parece que el usuario interpone esta demanda cuando ve amenazada su situación o ha recibido una advertencia de la Confederación. Lo que quiero trasladar es que esta situación de irregularidad es consecuencia de la Ley de Aguas de 1985 y a partir de ese momento nace la obligación del usuario, que es quien tiene supuestamente este derecho, a declarar en tiempo y forma que tiene ese aprovechamiento, sobre todo de cara a la gestión que tiene que hacer el organismo de cuenca con estos recursos, ya que los tiene que ordenar para la elaboración de los planes de extracciones, así que tiempo ha habido para recurrir, no porque se sientan amenazados, sino porque desde el año 85 tienen la oportunidad de declarar estos derechos y si no lo han hecho es otro problema.

Usted comentaba que, aunque no tiene datos específicos, no llegan a cifrarse en 750 pozos regularizados por esta vía, como estimaban desde Asaja, ¿no?
No, no.

¿En qué situación está la tubería a la llanura manchega?, ¿qué falta para que entre en funcionamiento para las poblaciones en el primer trimestre del año que viene?
Empezamos en junio a trabajar en la reparación y puesta a punto de toda la conducción, incluso el ramal operativo, que es el nororiental, y por supuesto también la puesta a punto de la potabilizadora que estaba dañada como consecuencia de una serie de actos vandálicos que se han venido sucediendo en estos últimos años. En eso estamos trabajando, en la puesta a punto. Si todo va como está sucediendo hasta ahora, digamos que en el primer trimestre del año que viene estará perfectamente operativa para dar servicio para lo que se diseñó y se construyó.

¿Para el abastecimiento a poblaciones?
Por supuesto. En todo el ramal nororiental hay ayuntamientos que pueden conectarse y las cifras que manejamos es de aproximadamente unos 100.000 habitantes los que podrán abastecerse de estas aguas que vengan del acueducto Tajo-Segura y por la conducción a la llanura manchega. En esta obra es imprescindible la puesta a punto porque, como se sabe, estamos trabajando en la redacción del proyecto para abastecimiento al Campo de Calatrava y es imprescindible que esta tubería esté en funcionamiento lo antes posible.

¿Para cuándo podría funcionar el ramal al Campo de Calatrava?
Estamos en fase de redacción y creo que el proyecto tiene que estar redactado para primavera y a partir de ahí hay que licitar la obra. Todavía desconocemos cómo vamos a tramitar esa licitación, pero nuestra idea es, habida cuenta de la situación de emergencia en el Campo de Calatrava, que se pueda ejecutar a la mayor brevedad posible.

En general, ¿cómo define la situación de los embalses de la provincia en este periodo de sequía?
La situación es altamente preocupante. Tenemos cuatro puntos menos porcentuales que el año pasado por estas mismas fechas, ni siquiera alcanzamos el 16% de la capacidad  de nuestros sistemas de regulación de la provincia de Ciudad Real y, lógicamente, con esto podemos tener serias dificultades para atender los usos comprometidos en nuestros embalses. De momento el abastecimiento que más preocupa, el de Ciudad Real y su comarca, está prácticamente garantizado, aunque es verdad que llevamos varios años en una situación de emergencia por escasez de recursos y es complicado. Acaba de empezar el año hidrológico y ya veremos cómo evoluciona, pero la situación de partida es muy preocupante porque de las ocho unidades territoriales de escasez en las que dividimos todo el sistema  oriental, tenemos cuatro en emergencia y tres en alerta, por lo que la situación es bastante comprometida.

¿Puede haber restricciones al uso del agua?
Ahora mismo, a corto plazo, donde más problemas tienen, como ya se ha comentado, es Campo de Calatrava, que se están atendiendo con aguas subterráneas, y el resto de los usos que dependen de los embalses están garantizados, pero es verdad que la situación es preocupante por la escasez de recursos. Vamos a esperar a ver cómo se comporta el año hidrológico, pero en cualquier caso tomaremos todas las medidas oportunas para garantizar el abastecimiento a las poblaciones.

¿Esas medidas conllevarán restricciones al regadío en embalses, como ya se han aplicado este año?
En el regadío ya las hemos tomado. En el Vicario este año no han podido atender ningún uso de regadío, hemos tomado también decisiones importantes en Torre de Abraham, con limitaciones muy importantes para los regantes y también en el embalse del Gasset. En Peñarroya estamos en una situación de prealerta, pero la campaña se ha desarrollado con total normalidad. En función de cómo evolucione la campaña iremos avanzando en este tipo de medidas.

Si no lloviera de forma generosa, ¿se entraría en una fase crítica?
En el peor de los escenarios y a pesar de los años que llevamos en emergencia, tanto en el Gasset como el Torre de Abraham, tendríamos el agua garantizada en Ciudad Real para un año como mínimo. Vamos a ver cómo evoluciona el año hidrológico, pero ese sería el peor de todos los escenarios posibles. Aún con todo, tenemos una reserva de 10 hectómetros cúbicos en el Gasset y vamos a ver cómo se comporta el año, a ver si hay aportaciones suficientes para empezar a recuperar estos datos tan preocupantes en cuanto al porcentaje de llenado de embalses.