La estadística invita al optimismo al Pozuelo y al Bolaños

Eduardo Gómez
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Al Soliss Pozuelo le valdrían 10 de los 13 resultados obtenidos esta campaña en liga como local y al BM Bolaños 12 como visitante para clasificarse para la fase de ascenso a la Liga Guerreras Iberdrola

Mariado Aranda, en una acción de ataque en el partido de ida. - Foto: Rueda Villaverde

Llegó la hora de la verdad para Soliss Pozuelo y Bolaños en su lucha por ascender a la Liga Guerreras Iberdrola, máxima categoría del balonmano femenino español. 

Las pozueleñas deberán remontar este sábado (20 horas) en el pabellón Las Espartanas el 22-21 logrado en Logroño ante La Rioja. Por su parte, el BM Bolaños visitará a la misma hora al Oviedo, al que venció en el Macarena Aguilar por tres goles (26-23).

Tomando como referencia los resultados obtenidos por el Soliss Pozuelo como local y por el BM Bolaños como visitante en la liga regular, las estadísticas invitan al optimismo.

Así, al Soliss Pozuelo le valdrían para clasificarse a la fase final 10 de los 13 resultados cosechados en el pabellón Las Espartanas en la liga regular. Únicamente le dejarían fuera el empate de la jornada 6 ante el propio Bolaños (26-26), la derrota en la jornada 20 ante Ikasa (22-23) y el triunfo en la última jornada por la mínima ante Itea Córdoba (25-24). En caso de empate a goles tras los dos partidos, se clasificará el que haya anotado más como visitante. El balance de las de Eusebio Angulo como locales en la fase regular fue de 11 victorias, un empate y una derrota.

Por su parte, el Balonmano Bolaños solamente ha perdido un partido por tres goles o más como visitante esta campaña en la liga regular. Fue en el mes de diciembre, en la jornada 14 ante el Urci Almería (21-17). El resto de resultados le permitiría acceder a la fase final. El cómputo global de los trece encuentros como visitante de las berenguelas en la fase regular es de 11 victorias, un empate y una derrota. Ahora tocará refrendarlo ante un Oviedo que no había perdido en toda la campaña y que mordió el polvo por primera vez en el Macarena Aguilar.