Sin control en Las Hurdes

Agencias
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Las temperaturas extremas y el viento complican la extinción del incendio en la comarca cacereña, que se sigue propagando tras quemar 3.000 hectáreas

Los efectivos trabajan sin descanso para aplacar el fuego mientras crece el temor a futuras reactivaciones. - Foto: MITECTO vía E.P.

Inestable y en continuo cambio. Así se mantiene el comportamiento de las llamas que asolan la comarca cacereña de Las Hurdes, lo que está dificultando las labores de extinción para controlar el incendio declarado el pasado lunes en la zona y que ya ha calcinado más de 3.000 hectáreas.

Y pese a que en las últimas horas el fuego evolucionaba «favorablemente» respecto a las jornadas previas, los efectivos aún tenían, al cierre de esta edición, «mucho perímetro que atender». Un problema al que se suman las adversas condiciones meteorológicas -las elevadas temperaturas y el viento-, que provocan «en todo momento» reactivaciones de las llamas. De hecho, resulta muy complicado dar por estabilizado el foco por la orografía del terreno, que «dificulta el traslado del personal hasta los puntos calientes», por lo que «se puede producir una reactivación que pueda comprometer la situación».

Así lo destacó ayer el coordinador regional del Plan de Lucha contra Incendios Forestales de Extremadura (Infoex), Juan Jesús Sánchez Corrales, que reiteró que se está «trabajando para intentar estabilizarlo lo antes posible».

Se refirió especialmente a la situación en Casares de Hurdes, que «no tiene ahora mismo ningún peligro para el término municipal», aunque preocupaban las condiciones meteorológicas de la noche, con viento norte de cierta intensidad, con el temor de que las labores de «todo el día» fuesen en vano.

En ese municipio, la directora general de Emergencias, Protección Civil e Interior de la Junta de Extremadura, Nieves Villar, señaló que toda la población cuenta con autobuses en las inmediaciones por si fuera necesario desalojar, aunque ya en la mañana de ayer se realizó un traslado preventivo de la residencia de mayores ante el avance del fuego. «Estamos preparados por si hubiese una situación adversa, poder responder», lo que no significa que se vaya a producir, pero «hay que anticiparse a los problemas», señaló al respecto.

A esta situación se une un segundo incendio «muy próximo», en Santa Cruz de Paniagua, que «evoluciona bastante bien» pero que obligó a desplazar a una parte de los efectivos que estaban trabajando en Las Hurdes

Villar reiteró que el incendio que está asolando Extremadura es «muy complicado», y que se está trabajando mucho», conjuntamente con Castilla y León y «con mucha asignación de medios».

Precisamente, en la región castellanoleonesa, el humo y las temperaturas extremas están complicando las labores de extinción en el término salmantino de Monsagro, que ya lleva quemadas más de 1.000 hectáreas, mientras se está extendiendo hacia el municipio de Serradilla del Arroyo.

Según la Consejería de Medio Ambiente, las condiciones actuales «no son favorables», lo que provoca que el escenario siga siendo «complicado», especialmente debido a «los vientos cambiantes», las altas temperaturas, de más de 36 grados, y el intenso humo en varios puntos.

El incendio desatado en Las Hurdes no es el único que mantiene a los efectivos en alerta. Ayer mismo un foco declarado en una zona agrícola cerca del Monasterio de la Cartuja, en Jerez, provocó el desalojo de vecinos de distintos núcleos poblacionales cercanos debido a la rápida propagación por el viento, si bien confiaban en darlo por extinguido «en las próximas horas».

Varios focos en Orense

En Orense, donde la ola de calor está golpeando con fuerza la provincia, fueron registrados tres fuegos en la comarca del Ribeiro, en concreto en Ribadavia y Melón, con más de 100 hectáreas calcinadas.

Y en la Comunidad de Madrid, el incendio declarado el martes en un cerro de la localidad de Collado Mediano se encontraba ayer en fase de control y casi perimetrado, aunque presentaba varios focos calientes. Sobre su origen, las autoridades apuntaron que la principal hipótesis apunta a la caída de una torreta eléctrica como causa del fuego.