Aún está al frente del Gobierno y se espera que permanezca en el cargo hasta el próximo 5 de septiembre, cuando las bases del Partido Conservador elijan al que será su sucesor en el cargo. Pero el primer ministro, Boris Johnson, comienza ya a lanzar mensajes de despedida y, sobre todo, a sacar pecho por los «logros» que, a su juicio, ha conseguido en estos tres años de mandato. 

Sin lugar a dudas, el mandatario conservador reivindicó ayer, en la que podría ser su última sesión parlamentaria, que se marchará «con la cabeza bien alta». Porque, si bien reconoció que no deja el cargo «por elección propia» -se vio obligado a renunciar por la presión dentro de su partido y su Gobierno por el escándalo Partygate-, sí se mostró satisfecho por sus años en el poder, de los que destacó la consecución del Brexit, su gestión para afrontar la pandemia de coronavirus o la ayuda a Ucrania tras la invasión rusa. 

En la penúltima sesión de control a su Ejecutivo en el Parlamento de Westminster antes del parón de verano, el mandatario admitió que esa podía ser su última intervención como inquilino del 10 de Downing Street si finalmente los tories eligen a su sustituto «por aclamación», en referencia a que tal vez no se complete el calendario previsto y esta misma semana puedan haber apoyado a un solo candidato. Por eso, y en previsión de que se marchará «pronto», Johnson aprovechó su intervención para destacar que el laborista Keir Starmer «ha sido significativamente menos letal» que otros líderes de la oposición a los que se ha enfrentado.

«Es posible que este sea nuestro último enfrentamiento, es posible. Entonces, quiero agradecerle por la forma en que se ha comportado. Creo que sería justo decir que ha sido considerablemente menos letal que muchos otros miembros de esta Cámara», reconoció a su adversario político, si bien le criticó por «no haber tenido en los últimos años una idea, un plan o una visión para este país».

Sobre su trabajo, y a modo de despedida, quiso destacar que está «orgulloso del fantástico trabajo del equipo que ha estado involucrado en todos esos proyectos tanto a nivel nacional como internacional, y también estoy orgulloso del liderazgo que he dado. Me iré con la cabeza bien alta», subrayó.

En este mismo sentido, alertó de que cualquiera de los candidatos a convertirse en el próximo líder conservador sabrá hacer frente a Starmer, que considera que cometerá errores «al estilo Rooney», una referencia al incidente que protagonizó el futbolista Wayne Rooney cuando se coló borracho en una boda en 2016.

Además, aseveró que su salida «no implica el final del Brexit» y rechazó la idea de que Escocia lleve a cabo un nuevo referéndum de independencia. En vez de eso, incidió, los escoceses deberían «centrarse en asuntos políticos como la educación en vez de pedir un nuevo evento constitucional que ya se llevó a cabo en 2014». «Ya votaron y perdieron», recordó.

Sobre los resultados de una investigación publicada por la BBC sobre presunto crímenes de guerra cometidos por efectivos del Servicio Aéreo Especial del Reino Unido en Afganistán, Johnson rechazó comentar las operaciones de las fuerzas especiales, pero indicó que «eso no implica que el Gobierno acepte tales acusaciones».