El debate presente en la política nacional sobre el cobro por circular en las autovías ha pasado de ser un globo sonda a estar por escrito entre las medidas que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha presentado por escrito a Bruselas con un año, el 2024, para introducir un “mecanismo de pago” en las vías de gran capacidad, tanto nacionales como regionales del país.

El proyecto ha despertado un aluvión de críticas. Las primeras, la de los que se ganan la vida en la carretera, los transportistas. El presidente de la asociación regional del transporte de mercancías, el ciudadrealeño Carlos Marín, advertía recientemente en La Tribuna que si les obligan a pagar por circular pararían España con movilizaciones, mientras que el transporte de viajeros, su presidente de la asociación provincial, Cándido Bravo, aseguraba que lo de cobrar por circular «no se puede considerar una propuesta positiva». 

El planteamiento supondría introducir en Ciudad Real unos peajes de los que han estado libres los más de 4.200 kilómetros de carreteras que dan forma a la red viaria provincial, de los que 729 dependen directamente del Ministerio de Fomento. Lo que ha llegado a las autoridades comunitarias es establecer peajes en las autovías. En el caso de Ciudad Real, 343 kilómetros de la A-41, la A-43 y la A-4, esto es, en el corredor Puertollano-Ciudad Real hasta llegar a Tomelloso y desde Puerto Lápice a Almuradiel.  

Eso para empezar, porque la idea es trasladar los peajes a las carreteras nacionales de un solo carril y trasladar a las comunidades autónomas también esa opción de cobrar por circular

Aunque la ‘tarificación’ de esos trayectos aún está en estudio, la cifra que se maneja desde el Ejecutivo es de un céntimo por kilómetro lo que supondría que en el desplazamiento más largo, cruzar de norte a sur la provincia, de Puerto Lápice a Almuradiel, vendría a costar casi un euro, 95 céntimos. La conexión entre las dos ciudades más pobladas, la capital y Puertollano, a través de la A-41, vendría a costar 30 céntimos de euro y si el viaje se realiza desde la ciudad industrial hasta Tomelloso, combinando la A-41 con la A-43, la suma se iría a los 1,16 euros. 

La horquilla de precios en la A-41 irían desde los cinco céntimos del coste de viajar de Ciudad Real a Poblete a los 30 a Puertollano.

En la A-43, el desplazamiento entre la capital y Carrión saldría por ocho céntimos, 14 costaría viajar a Torralba, 25 a Daimiel, 47 a Manzanares, 76 a Argamasilla de Alba y 86 a Tomelloso. En la A-4, por ejemplo, el trayecto Manzanares-Valdepeñas, valdría 25 céntimos.

Si el desplazamiento es interprovincial, por ejemplo, un Ciudad Real-Madrid sin salir de la A-43 y enlazar con la A-4, rondaría los 1,9 euros, e ir a Albacete costaría 2,18 euros. Ampliando la propuesta de Moncloa a las nacionales, viajar por la N-401 de la capital de la provincia a la capital de Castilla-La Mancha, Toledo, le costaría al conductor casi un euro: 98 céntimos de euro. 

Si finalmente la propuesta estatal se extiende también a las vías de alta capacidad que dependen de la administración regional, la CM-42, la autovía de los Viñedos ingresaría 1,17 euros en un viaje de Tomelloso a Toledo o 23 céntimos al unir Tomelloso y Alcázar de San Juan, mientras que el viaje de Miguelturra a Almagro en la CM-45 saldría por 13 céntimos.