Una visita para disfrutar con los cinco sentidos

A. Criado
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La cooperativa Virgen de las Viñas de Tomelloso abre sus puertas al enoturismo con un recorrido por sus rehabilitadas cuevas y la visita a dos museos, uno etnológico y otro de arte contemporáneo

Una de las galerías de las cuevas de Virgen de las Viñas. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Virgen de las Viñas Bodega y Almazara, fundada en 1961 en Tomelloso, combina magistralmente la elaboración y producción tradicional con las innovaciones técnicas más punteras, posicionándose a la vanguardia del sector vitivinícola. La cooperativa de primer grado más grande del mundo vive en una incesante evolución, ampliando instalaciones y renovando su tecnología. En este proceso de mejora continua ha hecho una apuesta decidida por el enoturismo o turismo enológico como una herramienta valiosa más a la hora de dar a conocer sus productos en un sector cada vez es más competitivo.

«En Castilla-La Mancha estamos haciendo muy buenos vinos y creo que en precio-calidad ya no pueden competir con nosotros. El objetivo ahora es darse a conocer y el enoturismo es un mecanismo fundamental para lograrlo», afirma el presidente de la entidad, Rafael Torres, para hacer hincapié en que esta estrategia no es nueva, «en La Rioja nos llevan años luz». Virgen de las Viñas. En 2001, la cooperativa convocó la primera edición de un certamen cultural que entrega cuantiosos premios a las mejores pinturas y esculturas y trabajos periodísticos, y seis años antes en 1995, rehabilitó el antiguo lagar, sede del actual museo etnológico, donde comienza la visita a las instalaciones de la bodega.

Un vídeo da la bienvenida a los visitantes nada más entrar al antiguo lagar. El audiovisual hace un recorrido por la historia de la cooperativa desde su fundación en 1961 y muestra la evolución de sus instalaciones hasta convertirse en el gigante que es hoy, con más de 3.000 socios, un procesado de uva de 300 millones de kilos de uva al año y la elaboración de alrededor de 200 millones de litros de vino. El museo etnológico muestra aperos de labranza donados por los socios, maquinaria de la propia cooperativa e instrumentos de laboratorio que parecen prehistóricos, pero que no hace tanto tiempo que se utilizaban.

Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena.Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena. - Foto: Tomás Fernández de MoyaA lo largo del recorrido hay paneles con códigos QR que informan sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la agricultura en general y la vitivinicultura en particular. Destacan, igualmente, las réplicas de mulas realizadas por maestros falleros, unas vestidas de gala para acudir a las fiestas locales y otras tirando de las antiguas carretas en las que se transportaban las barricas de vino.

Los visitantes abandonan el antiguo lagar y continúan su viaje por una galería en la que pueden observar el coqueto auditorio de la cooperativa, donde se imparten cursos y catas, y su espectacular embotelladora, dotada de sofisticada tecnología de última generación. Las cuevas de la bodega, rehabilitadas en el marco de un ambicioso proyecto global de 23 millones, es la siguiente parada. Rafael Torres recuerda que en su día tuvieron que ser clausuradas y tapiadas tras una inspección de los bomberos, al tiempo que subraya que el esfuerzo realizado para recuperar un tesoro de estas características y mostrarlo al mundo merecía la pena. Añade, en este sentido, que sólo han musealizado un 10% de la superficie total.

El recorrido por las cuevas no deja a nadie indiferente, es una experiencia para vivirla con los cinco sentidos. La visita comienza con un vídeo en clave infantil sobre el proceso de elaboración del vino y la historia de estas construcciones tan típicas de La Mancha. El subsuelo de Tomelloso está agujereado como un queso gruyere. Los visitantes conocen los distintos tipos de suelos y envases, el ciclo vegetativo de la vid y las maderas con las que se construyen las barricas. Virgen de las Viñas apuesta por el roble francés y exhibe algunas de ellas con las firmas de conocidos pintores, políticos y periodistas, así como de los reyes de España, don Felipe y Doña Letizia, que estamparon su rúbrica durante la visita que realizaron a la cooperativa en mayo de 2016.

Instrumentos de laboratorio en el museo etnológico, ubicado en un antiguo lagar.Instrumentos de laboratorio en el museo etnológico, ubicado en un antiguo lagar. - Foto: Tomás Fernández de MoyaOtro vídeo revela el proceso que va desde la cepa hasta que se descorcha una botella de néctar de los dioses, como lo llamaban los antiguos romanos, para compartir una copa con la familia y amigos. Además, la visita ofrece la posibilidad de percibir con el olfato distintos vinos y variedades de uva y finaliza con una cata de un tinto y un blanco.

Más fotos:

Sala de barricas firmadas por autoridades, entre ellas, los reyes de España.
Sala de barricas firmadas por autoridades, entre ellas, los reyes de España. - Foto: Tomás Fernández de Moya
La visita a las cuevas está reforzada con la proyección de audiovisuales que explican la historia de la cooperativa y el cultivo de la vid.
La visita a las cuevas está reforzada con la proyección de audiovisuales que explican la historia de la cooperativa y el cultivo de la vid. - Foto: Tomás Fernández de Moya

Tras la salida de las cuevas, el turista tiene la posibilidad de adquirir los vinos y aceites de la cooperativa en una renovada tienda que también ofrece otros productos de calidad de la tierra. Y, como broche de oro, puede acceder al Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena, inaugurado el 23 de noviembre de 2011. En este espacio pueden disfrutar de una colección permanente, compuesta por las obras del certamen que organiza la propia cooperativa, y exposiciones temporales, como la que protagonizó Sebastián Nicolau (Come back) hasta el pasado mes de julio.