El Formac Villarrubia rascó un importante empate en su visita a Villanueva de la Serena. Un empate que, con el tiempo, quizá se valore más y quién sabe si puede ayudar a los blanquiazules para lograr el objetivo de la permanencia. Álex Jiménez inauguró el marcador pasada la hora de partido con un testarazo tras un saque de banda de Carlos García, y Viñuela ponía la igualada a diez minutos del final.

Precisamente en el gol de Viñuela estuvo la clave del partido. Con Álex Jiménez tendido en el área pequeña por un problema en el gemelo, el central decidió traspasar la línea de fondo para romper la línea de fuera de juega. La jugada continuó y Dani Homet, en una contra, decidió encarar a los centrales en lugar de echar el balón fuera. Rápidamente, el Villanovense metió el balón en el área pequeña y, con un jugador en el Villarrubia y tras un barullo dentro del área, Viñuela fusiló para poner el empate.

Por eso, tras finalizar el partido, Javi Sánchez reconocía su sabor agridulce después de sumar un empate que pudo ser una victoria. “Fue un partido muy complicado, con un rival muy rocoso, agresivo y con las ideas claras en un campo donde es muy difícil ganar. Lo tuvimos en nuestra mano, pero pecamos de pardillos, de juveniles, llamadlo como queráis y se nos escapó el partido en una acción evitable y muy sencilla, simplemente echando el balón fuera y haciendo el cambio por el lesionado”, explicaba el técnico del Formac Villarrubia.

En este sentido, reconocía que “es un empate que sabe a derrota porque con un equipo tan complicado podríamos dar por bueno el empate, pero la realidad es que tuvimos en la mano los tres puntos y por eso se nos queda un mal sabor de boca. Seguro que mañana sabe el punto mejor”.

Mientras tanto, el Formac Villarrubia llevará esta mañana una suave sesión de recuperación. El martes habrá jornada de descanso y volverán, de nuevo, el miércoles, para preparar el partido de este sábado, a partir de las 16:30h ante el Extremadura.