El mercado laboral ciudadrealeño notó los efectos del Covid en 2020 al registrar una destrucción de 2.200 empleos, aunque los datos anuales de la EPA reflejan también un descenso del desempleo de 5.700 personas en la provincia, donde la tasa de paro al finalizar diciembre fue del 17,49 por ciento, una de las más bajas de los últimos años.

Una evolución, a bote pronto, difícil de entender: hay menos parados y también menos empleo, pero que se puede explicar por cómo ha descendido el grupo de activos en la provincia, hay 7.800 personas menos trabajando o buscando trabajo mientras que ha crecido el grupo de los inactivos, de las personas que no buscan un trabajo en la provincia. En un año, el año del coronavirus, hay hasta 8.000 personas más que han dejado de buscar un empleo, ya sea porque son estudiantes, 3.000 más en un año; jubilados o pensionistas, 2.600 más; y, sobre todo, porque han pasado a dedicarse a tareas del hogar, 3.300 más en comparación con las personas que se encontraban en esa situación en diciembre de 2019 y en diciembre de 2020.

Ese descenso de la gente que busca trabajo influye en la curva del desempleo provincial, que ha visto en el sector servicios al conjunto de actividades más penalizado por la destrucción de empleo. En un año hay 4.000 ciudadrealeños menos trabajando en este sector, donde se incluye, por ejemplo, la hostelería. Aunque aún da trabajo a dos de cada tres ciudadrealeños ocupados, ha perdido algo más del tres por ciento de sus niveles de ocupación con los que cerró 2019. Por el contrario, la industria se ha consolidado como fuente de generación de empleo con casi 4.000 ocupados más en Ciudad Real, mientras la agricultura se deja 500 empleos y la construcción sigue perdiendo mano de obra: 1.600 personas han dejado de trabajar en el ladrillo donde hay 15.000 ciudadrealeños empleados.

El año COVID resta 4.500 parados y destruye 2.200 empleos

Unas cifras a las que se llega tras un último trimestre del año en el que se mantuvo la ocupación, los 185.500 ciudadrealeños con trabajo son los mismos que había en septiembre, con 2.400 parados menos, que son casi los mismos inactivos más: 2.500.

En el conjunto de Castilla-La Mancha, el paro aumentó al finalizar 2020 en 9.400 personas con respecto al trimestre anterior, lo que supone una subida del 5,7%, por lo que la tasa de desempleo en la región se situó en el 17,39% y el número total de desempleados en 173.000, según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) hecha pública este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el último trimestre del año, el número de personas desempleadas en la región bajó en 6.500, un 3,64% menos. El número de ocupados, al término del año pasado se situó en Castilla-La Mancha en 821.900, y la tasa de actividad en el 58,59%.