Conclusiones del derbi entre elogios al rival

Eduardo Gómez
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Santi Urdiales e Isidre Pérez, técnicos del Caserío y Alarcos, analizan un enfrentamiento que cayó del lado de los amarillos por 25-20

Santi Urdiales (izquierda) e Isidre Pérez se saludan antes del encuentro. - Foto: Rueda Villaverde

Santi Urdiales e Isidre Pérez, técnicos respectivamente del Caserío y Alarcos, analizaron el derbi disputado este domingo en el Quijote Arena correspondiente a ala décima jornada de la primera fase del Grupo B de la División de Honor Plata y que se adjudicaron los amarillos por 25-20. Un resultado que hace que el Caserío se coloque sexto con 8 puntos, mientras que el Alarcos es octavo con 6.

El preparador del Caserío, Santi Urdiales, analizó el encuentro y explicó que "hubo partes diferenciadas. El primer periodo fue más igualado y quizá estuvimos un poco mejor, más acertados. Entramos bien al partido, estuvimos bien en defensa y eso nos permitió colocarnos por delante. Ya en la segunda mitad empezamos muy bien, estuvimos a punto de romper el encuentro con 8 goles de renta, pero ahí el encuentro se convirtió en un derbi y eso era lo que menos nos favorecía. Ellos desplegaron una defensa abierta, atacando con dos pivotes, y se volvió un partido loco, desordenado. Entonces nos tocó sufrir y en los momentos más claves estuvimos algo más acertados, aunque en la segunda mitad estuvimos muy mal en ataque".

Para el técnico cántabro, el choque fue "lo que es un derbi. Un partido súper bonito, con emoción hasta el final" y quiso felicitar al Alarcos porque "aunque hayan perdido los tres partidos con nosotros han hecho grandes encuentros".

En cualquier caso, Urdiales no quiere que se dispare la euforia porque "al final son dos puntos más. Es cierto que quizá puedan valer para la siguiente fase, pero ahora vienen otros partidos y no hay que desconectar. Llevamos ahora tres encuentros sin perder y antes de Navidad, que nos quedan dos partidos, a intentar hacerlo lo mejor posible".

     

Sobre el ambiente vivido en las gradas del Quijote Arena, el preparador del Caserío destacó "el buen comportamiento de los dos equipos en los tres derbis que hemos disputado esta campaña. Ha habido un gran respeto entre las directivas, las aficiones han estado increíbles y eso es lo bonito. La rivalidad sana hace que todo se multiplique, cada vez hay más gente atenta y creo que es buena para el balonmano".

ISIDRE PÉREZ. Isidre Pérez, preparador del Alarcos, felicitó al Caserío, "un justo vencedor porque tuvo más temple y supo manejar el encuentro cuando había más tensión". A partir de ahí, admitió que su equipo estuvo "bastante flojito en defensa. No supimos contrarrestar lo que sabíamos que nos iban a hacer y que habíamos trabajado. Ya en la segunda mitad estuvimos mejor en defensa. Con dos abajo tuvimos acciones claras de lanzamiento para ponernos a uno y no supimos materializarlas".

Entre las claves del derbi, el técnico alicantino cree que el arranque del segundo periodo fue determinante, pero con ocho goles abajo "supimos reponernos. Intentamos una variante táctica que dio resultado, pero cuando llegó el momento de acercarse más su portería estuvo muy acertada. Lo intentamos de todas las maneras, pero no supimos culminar para llegar el empate".

Sobre si hubo miedo a ganar por cómo se desarrolló el segundo periodo, Isidre Pérez recordó esas acciones erradas que hubieran supuesto ponerse a uno. "Ellos luego volvieron a marcharse de tres goles, el tiempo se iba acabando y hay que ver qué pasa porque estos partidos se deciden más por aspectos psicológicos que técnico-tácticos".

Sobre el ambiente, afirmó que "es una pasada", y pidió seguir "porque el derbi al final son dos puntos y hay que pensar ya en el partido de la próxima jornada en casa ante Antequera, que son dos puntos vitales también. En este sistema de competición no se puede especular, son todo finales".

Entre las conclusiones positivas que extrae del encuentro, el entrenador del Alarcos se queda con "el regreso de Diego Cadelo. Estoy muy feliz de que haya podido debutar. Se nota que está falto de ritmo de competición, pero será un jugador determinante para nosotros. Y me quedo también con la capacidad de reacción del equipo. En el encuentro anterior ante el Barça se bajaron los brazos y en el derbi no. Toca seguir trabajando y cambiar dinámicas", concluyó.