Ciudad Real no tendrá toros en este 2020 ni en la Feria de agosto ni en otro momento debido a que será imposible acometer la reforma integral a la que el Ayuntamiento se ha comprometido con el juzgado número 2 de Ciudad Real. Así lo explicó la edil de Festejos, Eva María Masías, después de que este martes La Tribuna adelantara un documento de la alcaldesa, Pilar Zamora, en el que solicita al juez que no cierre la plaza de forma cautelar, como había pedido Unidas Podemos en una demanda, ya que no iba a haber ninguna actividad taurina ni otro espectáculo en el coso hasta que no se acometa una reforma integral.
«Desde que Unidas Podemos interpuso la demanda ante el juzgado y el juzgado lo tomó a trámite paralizamos todo», comentó Masías, quien explicó que desde el Consistorio deben atender los requerimientos. Masías señaló que el año pasado, al concluir la feria taurina, comenzaron las negociaciones para la Feria de este año pero que cuando Unidas Podemos presentó su demanda los trámites se paralizaron. «Hablamos de un edificio histórico», recordó Masías, por lo que se empezaron a ver qué reformas o planteamientos se pueden hacer. Masías apuntó que el problema viene de antiguo, «nadie nunca ha invertido en rehabilitar un espacio tan histórico», por lo que la intención desde el inicio de esta legislatura, tras la reforma exterior de hace tres años, es realizar una obra integral en su interior y «adaptarlo, no solo para los espectáculos taurinos», sino para que sea «un espacio capacitado para gestionar muchos eventos».
Masías reconoció la obra está incluida en el plan plurianual de actuaciones, las que se van a financiar con el superávit de 2019, una serie de proyectos que ahora, con la crisis del coronavirus, se puede ver alterada debido a que se han paralizado los procesos y aún se desconoce, si parte de esas cuantías en vez de a inversiones se podrían dedicar a gasto social y paliar la crisis provocada por la pandemia.
Entre las negociaciones avanzadas en este tiempo se encuentra la posibilidad de que se celebrara una única corrida de toros por la anterior empresa gestora, Toros Ciudad Real, debido a la falta de tiempo con los trámites paralizados por la crisis sanitaria. Hubiera sido un evento para el que se estaba negociando la presencia de Manzanares, Roca Rey y Pablo Aguado y que hubiera contado con todas las medidas seguridad, apuntó el empresario Ángel Lillo, quien considera que ahora los aficionados tendrán que hacerse a la idea de que tendrán que ver los toros en «los pueblos de la provincia y olvidarse, de momento de Ciudad Real».
Mientras, desde el Ateneo Taurino, su presidente, Antonio Espadas, apuntó a La Tribuna que no habrá actividades de la asociación porque sin Feria no tiene sentido desarrollar el pregón o las conferencias, una de las iniciativas que cada día reúne a los aficionados en agosto. Espadas planteó que conocía la necesidad de realizar obras pero considera que antes de la rehabilitación integral se hubiera podido hacer pequeñas inversiones que garantizaran la seguridad y que fueran compatibles con la posibilidad de realizar la feria taurina. Espadas señaló que de no haber toros este año o el siguiente sería una de las pocas veces en los 177 años del coso ciudadrealeño que no ha cogido corridas en un año.