El primer trasvase a Las Tablas finaliza esta semana

Ana Pobes
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El director general del Medio Natural, Félix Romero, asegura que la derivación de agua es «eficaz» y va a «buen ritmo», por lo que el objetivo es que el segundo trasvase comience en octubre

El primer trasvase a Las Tablas finaliza esta semana - Foto: Rueda Villaverde

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel tiene más de 130 hectáreas inundadas, aunque en estos días se llegará a las 150 encharcadas gracias al trasvase Tajo-Segura que concluirá este jueves. Finalizan así los tres hectómetros cúbicos autorizados de un primer trasvase que, tras comenzar a bombear a mediados de agosto, dará paso a un segundo de otros tres hectómetros cúbicos que comenzará lo «antes posible», seguramente el próximo mes de octubre. Así lo confirmó a La Tribuna, el director general del Medio Natural, Félix Romero, quien recordó que con estos dos trasvases el parque contará con un total de 300 hectáreas encharcadas de las más de 1.700 que conforman la superficie inundable. Será en noviembre, cuando se hayan trasvasado los seis hectómetros cúbicos. Aun así, aunque esta aportación de agua, que llega a través de la Tubería Manchega es un «balón de oxígeno» para el parque, no se deja de mirar al cielo, ya que el problema del Parque Nacional de Las Tablas «no se soluciona únicamente con este trasvase puntual y extraordinario», reconoció Romero.

De momento, los turistas no podrán contemplar el agua en la zona visitable. «En los observatorios de la laguna permanente no se ve aún por su poco calado y por la vegetación que ha crecido con la inundación. Solo se observa la inundación en el último tramo de la carretera de acceso al centro», argumenta el director general. Para ello, para ver ese encharcamiento total tan esperado en el observatorio, habrá que esperar unos meses más, a no ser que en los próximos días lleguen las precipitaciones, ya que se necesita la superficie mínima encharcada de 300 hectáreas. Hasta entonces, la leve lámina de agua que hay en la actualidad es «muy importante» para asegurar la invernada de las aves. Aunque el trasvase va «a buen ritmo» y es «eficaz», es vital contar con la «suerte de la meteorología, además de un trabajo continúo y un uso eficiente del regadío de las masas subterráneas del Alto Guadiana». Sin olvidar, añadió, otras herramientas como el «control del uso legal del agua», ya que la solución al problema del humedal manchega «no pasa exclusivamente por el trasvase».

Las Tablas son un espacio natural situado entre los términos municipales de Daimiel y Villarrubia de los Ojos, que consiguió la declaración de Parque Nacional en el año 1973. Desde entonces, han sido varios los episodios de sequía que han sufrido y que le han llevado a estar en situación crítica. Hoy tiene más de 130 hectáreas encharcadas de las 1.700, lo que significa menos de un ocho por ciento. Una cifra que antes del verano era inferior, con solo un tres por ciento del área encharcada. Era el peor dato desde hace casi 13 años, desde que en 2009 la escasez de lluvias secó el subsuelo de Las Tablas y empezó a arder provocando las temidas turbas. Con el fin de evitar estos incendios, la transferencia de agua, que llega en auxilio de este humedal, gravemente afectado por la sequía y los efectos de la sobreexplotación de los acuíferos, se aprobó por la Comisión Central de Explotación del trasvase Tajo-Segura el pasado 28 de abril, como una medida «puntual y urgente», dentro del programa de recuperación hídrica del parque puesto en marcha el Ministerio.