Experta asegura que las reacciones mortales no son frecuentes

EFE
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Las reacciones alérgicas que provocan la muerte no suceden con frecuencia -los casos se producen cada dos o tres años en España- y, aunque se pueden prevenir, es necesario ser "extremadamente cuidadosos".

Aseguran que las reacciones mortales "no son frecuentes" - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez

 Las reacciones alérgicas que provocan la muerte no suceden con frecuencia -los casos se producen cada dos o tres años en España- y, aunque se pueden prevenir, es necesario ser "extremadamente cuidadosos".

Según ha explicado la presidenta del Comité de Alergia a Alimentos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), María del Carmen Diéguez, en una entrevista con EFE tras conocer este jueves la muerte de una joven de 17 años que ha perdido la vida tras beber un café "contaminado" con lactosa, es "raro" morir por este motivo, aunque los alérgicos "con frecuencia" tienen "sustos".

"Si han recibido un buen diagnóstico, en el que el médico les haya informado del grado y la gravedad de su alergia, si llevan bien su medicación, están bien controlados y cuidan muchísimo el riesgo, afortunadamente tienen reacciones más leves, que no dan lugar a la muerte", ha asegurado.

Diéguez ha indicado que es "factible" que la joven, alérgica a la proteína de la leche, haya fallecido por tomar un café elaborado en una máquina en la que, anteriormente, se habían preparado otras bebidas con leche.

"La alergia a la leche provoca que en cantidades mínimas, como trazas o solo con la contaminación al haber utilizado un instrumento que haya tocado un alimento al que se es alérgico, puede producirse una reacción fatal, de riesgo vital", ha señalado.

Según Diéguez, la alergia a la proteína de la leche es más frecuentes en niños que en adultos, lo que le hace pensar que la joven tuviera un grado muy alto de alergia.

"En los casos graves es fundamental el plan de emergencia, en el que normalmente se les indica qué medicación tienen que llevar encima, que puede consistir en un antihistamínico común o, si el grado de alergia es más alto, pueden llevar una inyección de adrenalina, con la que en caso de reacciones fatales, como la de esta niña, da tiempo a que luego puedan ser atendidos con mayor éxito", ha afirmado la especialista.

Asimismo, ha subrayado la importancia de diferenciar entre la intolerancia a la lactosa y los alérgicos a la proteína de la leche.

Como ha explicado, la intolerancia a la lactosa suele presentar síntomas digestivos como dolor en el estómago, hinchazón en el abdomen o la necesidad de ir lavabo, pero en ningún caso puede conllevar a la muerte.

En cambio, la alergia a la proteína de la leche con frecuencia se manifiesta en la piel, con la aparición de ronchas o picor, molestias en el abdomen y, en casos graves, puede provocar mareos, bajada de tensión y, en el caso más extremo, una anafilaxia, que puede provocar la pérdida de la vida.