Una pequeña creación culinaria que haga las delicias de los clientes. Este es el reto al que se enfrentan una quincena de establecimientos hosteleros de la capital que desde el pasado día 8 y hasta el 17 de octubre participan en la nueva edición de Tapearte. Apuestan por el sabor de lo especial, nuevas tapas que ofrecer en sus establecimientos y con las que, de paso, tratarán de hacerse con algunos de los premios que conlleva este concurso, como el de la mejor tapa, la mejor tapa maridada, la tapa más original o el premio del público, entre otros. 

El establecimiento A Sirigaita, ubicado en el paseo del Prado, es uno de los adheridos a esta nueva edición de Tapearte, una iniciativa en la que ya ha participado en otras ocasiones y que ve como «una oportunidad para ofrecer algo diferente a los clientes», afirma Vicente Castillo, su encargado. Considera que las expectativas son buenas a pesar del descenso de bares y restaurantes que se han sumado a la propuesta. En el caso del A Sirigaita ofrece una pannacota salada con mermelada de tomate, una tapa que conlleva «más elaboración» y que desea que guste a su clientela. 

En el establecimiento El Señor Pérez, ubicado en la avenida Rey Santo, tienen «unas expectativas inmejorables», ya que su intención es aprovechar el tirón que tiene Tapearte para dar a conocer este negocio, que nació hace diez meses. «Intentamos hacer lo mejor que sabemos y podemos», dijo a este diario Diego Morales, su propietario. Para ello, ha optado por rendir «un homenaje» a un producto que suele estar presente en todas las cocinas; el pollo, que en este caso presenta con una propuesta original. Así, comenta que aunque este año será aún especial por la pandemia, confía en agradar el paladar de muchos vecinos y visitantes. 

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