José María Barreda destaca la relación entre el Instituto de Estudios Manchegos (IEM), en el que ingresará formalmente el sábado, a partir de las 12.00 horas, como nuevo consejero numerario, y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), «con el cual me siento vinculado porque tuve la beca del Consejo para hacer la tesis doctoral». Pero al mismo tiempo señala que durante su etapa política el IEM «ha pasado por distintas etapas, pero ha cumplido un papel muy importante, hubo momentos en que era la única institución que publicaba estudios e investigaciones relacionadas con nuestra tierra, con nuestra provincia».

En este sentido, el que fuera consejero de Cultura y más tarde presidente de la región, observa que Castilla-La Mancha tiene «una historia muy larga y muy fecunda, pero no teníamos historiografía hasta hace relativamente poco tiempo, había algunos estudios, pero eran bastante aislados». Hoy en día el panorama ha cambiado. «Tenemos una Facultad de Letras, donde hay una especialidad que es precisamente la de Historia y tenemos multitud de proyectos de fin de grado, de tesis doctorales de muchos alumnos y alumnas brillantes, dirigidos por los profesores que están ofreciendo una cantidad de estudios que han mejorado sustancialmente y cualitativamente el conocimiento de nuestro pasado».

Al mismo tiempo, Barreda, que actualmente se ha reintegrado como profesor de Historia en la Facultad de Letras, detalla que instituciones dedicadas a los estudios de ámbito local, como es el caso del IEM, realizan una aportación importante para el desarrollo. «Conocer nuestro pasado es la mejor manera de comprender el presente. Ésa ha sido desde los clásicos la utilidad de la Historia, definida como maestra de la vida».

El consejero electo del IEM precisa que el objetivo es «interpretar correctamente el momento actual» sin dejarse llevar «por situaciones de odios y de enfrentamientos del pasado». Desde esta perspectiva destacó como virtud de la política, «supeditar el pasado al presente». De este modo se pronuncia para que la política sirva «para superar los errores del pasado, de los que hay que aprender, no repetir».

En referencia a los resultados electorales del pasado domingo, Barreda, que asumirá su nuevo puesto en el Palacio de la Diputación, admite que es complicado hacer ahora mismo un análisis histórico, pero advierte que «las coyunturas son cambiantes, no hay nada definitivo y que nunca es aconsejable la imposición general ni la confusión, indudablemente, la labor de la política no es la de imponerse unos a otros, sino tener la capacidad de lograr un entendimiento que facilite la convivencia».

El nuevo consejero del IEM dedicará su discurso de ingreso a un personaje destacado de la historia local, bajo el título Diego Medrano y Treviño, de súbdito a ciudadano y tendrá como padrinos en su acceso al Instituto a Manuel Espadas Burgos y Francisco Alía.

Del primero, señala su condición de «gran pionero en la historia de nuestra tierra, un historiador de un enorme prestigio, miembro del CSIC, dirigió durante muchos años la Escuela de Arte y Arqueología de Roma, un gran historiador que fue quien me dirigió la tesis doctoral y yo siempre le guardaré reconocimiento, cariño, aprecio y respeto», mientras que a Alía le cataloga como «un joven historiador que ya tiene un curriculum brillante y es uno de los mejores conocedores de la Guerra Civil Española y particularmente de la Guerra Civil en nuestra provincia».

En cuanto a sus aportaciones futuras al IEM, Barreda confiesa que intentará «contribuir con mi esfuerzo y mi trabajo a dar un nuevo empujón a una institución que, desde mi punto de vista, todavía tiene posibilidades de dar mucho de sí, ya lo ha hecho en el pasado, pero lo puede hacer en el presente y en futuro».

El nuevo consejero respaldó además la línea de trabajo «en la que está empeñado el actual director del instituto, que lo está haciendo muy bien, Alfonso Caballero Klink, que es potenciar la visibilidad de un instituto de estudios locales que no es un lugar donde se reúnen periódicamente unos cuantos escritos, sino que pretende ser una plataforma activa de cara al futuro y que colabore a la vida intelectual de nuestra tierra».