Amigo Sancho, espero que al recibo de ésta te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.
El próximo domingo el Manchego se juega la penúltima de sus bazas para seguir en el Grupo XVIII de la Tercera RFEF. Para ello necesitaría ganar al Hogar Alcarreño, puesto que sumando esos tres puntos, más los seguros de la última jornada contra el excluido La Roda, ya sería imposible que nos alcanzaran nuestros perseguidores más cercanos.
Pero antes de hablar de ese partido, quería hacer una reflexión sobre el último encuentro, en el que el equipo perdía con el filial del Albacete. Estoy de acuerdo con Armindo en que al equipo le cuesta trabajo coger la onda en las primeras partes, porque luego se demuestra que son capaces de hacerlo mejor en las segundas. Es algo que nunca he entendido esta temporada. Aunque no es menos cierto que en este Albacete, a pesar de su clasificación, en es un rival que no hay que menospreciar, creo que se podía haber hecho algo más allí. El propio entrenador reconocía que al equipo le faltó ese impulso necesario para afrontar el partido desde el inicio.
Pero miremos al futuro y centrémonos en la importancia del encuentro que el Manchego va a disputar a las 12 horas del domingo en el 'Poli', donde se juega todo por el todo, el ser o no ser, el continuar en esta categoría o perderla, algo en lo que mejor no pensar después de todo el esfuerzo realizado por directivos, jugadores y entrenadores.
Esperemos que tanto afición como el club den el do de pecho para, sin perder la tranquilidad, jugar un partido con la intensidad que se merece, sin fijarnos en un rival del que no hay que fiarse. Para ello, la directiva mancheguista ha declarado el partido de puertas abiertas y estoy convencido de que habrá una gran entrada, en lo que será la fiesta de despedida como local del Manchego esta temporada.
Bueno, Sancho, nada más por hoy. Recibe un abrazo de este tu amigo que lo es.