Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


Presupuesto electoralista

10/10/2022

Las cuentas públicas presentadas por el Gobierno esta semana no responden a las necesidades económicas y sociales que ha de hacer frente este país y que cubren de negro su horizonte más próximo. Se trata de un mero ejercicio electoralista, absolutamente alejado de la realidad, un compendio de medidas que buscan, estrictamente, granjearse el beneplácito de unos sectores de población de enorme importancia de cara a las urnas. La realidad exigía un proyecto austero, con reducción de gasto allá donde sea preciso y con respaldo, evidentemente, a los sectores más exigidos por la urgencia económica. Lo que ha presentado el Ejecutivo es un despliegue de reparto de dinero, cheques, ayudas, regalías, todo tipo de subvenciones al objeto de intentar seducir a diversos espectros de la población con un objeto indiscutible cual es el año electoral en el que estamos ya sumidos.
El incremento de las pensiones en un 8,5 por ciento implica una generosidad que bien puede calificarse de disparatada si se piensa que se trata de un aumento generalizado, sin tener en cuenta que hay pensionistas, muchos, que ahora mismo están cobrando tres veces más de los salarios que perciben percibe la mitad de la población.
Un análisis minucioso del paquete presentado por el Ejecutivo evidencia que se trata de, en primer lugar, un ejercicio voluntarioso preñado de optimismo ya que buena parte de las cifras que en él se incluyen se fían no sólo a los fondos europeos sino incluso al crecimiento de nuestro PIB, cuestión en la que el departamento de Nadia Calviño suele alejarse insistentemente de la realidad en aras de un desaforado optimismo. Nada de lo que se ha puesto sobre la mesa responde a los parámetros que necesita nuestro país, tan sólo es el reflejo de una estrategia diseñada por la Moncloa para captar el mayor número de beneficiarios por este descomunal reparto de fondos en los ámbitos más decisivos en una cita electoral cuales son los jubilados, los empleados públicos y otros colectivos. Al empresario, al autónomo, al emprendedor, tan sólo se les da una vuelta más de tuerza en el apartado impositivo, hasta convertirlo en un verdadero potro de tortura. La OCDE se ha quejado de esta carga tributaria que se ha incluido de matute en los números del Gobierno, sin aviso y, desde luego, sin negociación. No pasa nada. Es la línea de Sánchez, que orienta todo el esfuerzo de todo un país a sus estrictos propósitos electorales, a superar la difícil cita electoral de mayo y, por supuesto, a dar un vuelco a los estudios demoscópicos que sitúan al PSOE en un plano descendente con relación al llamado 'efecto Feijóo'. En suma, unos presupuestos indigestos, imposibles, escandalosos que todavía deberán asumir las exigencias de los socios del grupo de Frankenstein que gobierna España desde hace cinco años con un empeño insobornable en redondear el mayor saqueo jamás conocido.