Las Cruces de Mayo son una manifestación cultural muy arraigada en la tradición popular de Malagón. Su denominador común es la exaltación de una Cruz adornada con diversos motivos florales y vegetales. La cristianización de esta expresión parece tener su origen en la conmemoración del hallazgo de la Cruz de Cristo, un tres de mayo, por parte de Santa Elena, la madre del emperador Constantino, hacia el 326 d.C.

En Andalucía, las primeras referencias históricas acerca de Cruces de Mayo se remontan al siglo XVII, con la aparición de las hermandades en torno al símbolo cristiano de la Cruz. Seguramente en la Mancha y en Malagón las primeras iniciativas son también de esta época, aunque no tengamos constancia histórica fehaciente.

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Se trata de un rito ancestral, muy enraizado en las gentes de esta región, donde se unen actividades paganas relacionadas con el culto a la naturaleza y al amor, y liturgia cristianas de exaltación a la Virgen María. El resultado de todo ello, son una especie de monumentos vegetales que se elaboran en algunas casas de una artesanía asombrosa, adornados además con plantas aromáticas, objetos de bronce, colchas y otros utensilios, dispuestos de forma armoniosa. El Ayuntamiento malagonero promociona con premios, estas manifestaciones menestrales.