El PP ha solicitado en las Cortes de Castilla-La Mancha la dimisión de la directora del Instituto de la Mujer, Pilar Callado, y de la directora general del Ente Público Radio Televisión Castilla-La Mancha, Carmen Amores, por la emisión en la televisión regional de la película ‘La dama de la frontera’, una cinta del año 1945 «en la que se normaliza y se dignifica el maltrato hacia la mujer».

En concreto, la emisión de esta película se produjo el pasado 11 de noviembre, «minutos antes del inicio del informativo ‘Castilla-La Mancha a las 8’,  en pleno horario protegido», y en ella  se muestra una escena final en la que un hombre azota a su mujer ante la mirada de su hija, menor de edad.

«Entre los bochornosos comentarios de la película destacan los de ‘no me importaría ayudarle a educar a su hija, pero no quiero ayudarle a educar a su mujer’ o ‘habla demasiado’», según denuncia el PP.  Además, la película concluye con un diálogo en el que el padre de familia justifica los azotes a su mujer en lo mucho que la quiere.

Para el PP,  permitir la emisión de películas como esta en una televisión pública «tira por la borda» todo el esfuerzo hecho en materia de concienciación contra la violencia machista. A su juicio, el Gobierno regional que «es parte del problema y no parte de la solución en la defensa de la mujer y de la igualdad», «en vez de defender a la mujer, permitan y consientan episodios de este tipo en CMM».

Callado ha respondido a estas críticas reiterando varias veces su intención de «no dimitir» y defendiendo la labor del Instituto de Mujer en estos últimos años. En este sentido, ha insistido en la necesidad de seguir colaborando con los medios de comunicación en la sensibilización contra la violencia de género y en la educación por la igualdad, así como en dejar atrás las críticas meramente partidistas.

Más crítico ha sido el PSOE. Los socialistas no han dudado en recordar escenas como la polémica imagen de la  ‘picadora de carne’ usada por la CMM en tiempos de Cospedal para ilustrar un crimen  machista ocurrido en la localidad de Cifuentes (Guadalajara) en 2013, donde un hombre mató y descuartizó a su mujer. «Eso sí que fue una vergüenza nacional y no dimitió nadie por ello».