Trabajos de rehabilitación y conservación en la Motilla

A. Criado
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El Ayuntamiento de Daimiel acometerá en los próximos meses trabajos de rehabilitación, consolidación y conservación preventiva en el yacimiento arqueológico de la Motilla del Azuer, por el que pasaron 8.400 personas en 2018

Trabajos de rehabilitación y conservación en la Motilla - Foto: Pablo Lorente

La Motilla del Azuer, en el término municipal de Daimiel, se ha convertido en los últimos años en uno de los referentes turísticos de la provincia de Ciudad Real. Miles de personas han pasado por este yacimiento arqueológico de la Edad de Bronce desde que abrió sus puertas al público el 21 de junio de 2014. Debido al impacto que genera el tránsito de visitantes por su interior, además de la acción de agentes erosivos externos, tanto ambientales como biológicos, el Ayuntamiento de Daimiel acometerá en los próximos meses trabajos de rehabilitación, consolidación y conservación preventiva en este singular enclave. El valor de la Motilla del Azuer se debe en buena parte a las investigaciones y labores de mantenimiento y restauración que se han proyectado en este monumento prehistórico desde 1974. Ahora, en base a lo dispuesto por la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha, es el turno del Ayuntamiento daimieleño. La norma establece que las entidades locales tienen que colaborar en la protección, conservación y difusión de los valores que contengan los bienes integrantes del patrimonio cultural regional. Incluso, en los casos de urgencia, siempre en coordinación con la consejería competente, debe adoptar las medidas preventivas que sean necesarias para salvaguardar los bienes referidos que viesen amenazada su existencia, conservación o integridad, aunque afortunadamente no es el caso que ocupa a este yacimiento arqueológico. El contrato para llevar a cabo estos trabajos asciende a más de 5.600 euros (impuestos incluidos) por un año, aunque puede ser prorrogado por otro más por la misma cantidad. Debido a las características propias de la Motilla del Azuer, un bien «limitado, frágil y no renovable», la empresa adjudicataria debe aplicar el criterio de «mínima intervención», actuando exclusivamente en las zonas que están previstas o requieran ser intervenidas ante el riesgo de colapso o pérdidas de las mismas, respetando en todo momento los materiales originales. Además, tienen que emplear los mismos materiales que forman parte del monumento, ya que está constatado que constituyen elementos de reconocida y contrastada eficacia, inocuidad y estabilidad en el tiempo, además de ser fácilmente reversibles. Para llevar a cabo este tipo de trabajos tan específicos, los técnicos un estrato de intervención, bien geotextil o malla reticulada blanca, entre los parámetros originales y las zonas que necesiten ser rehabilitadas, así como en los denominados estratos de sacrificio, para que se pueda conocer e identificar las zonas originales de las intervenidas, a fin de evitar «falsos históricos». Las actuaciones a desarrollar en la Motilla del Azuer, que en 2018 recibió 8.400 visitantes, incluyen un registro de todas las fases de desarrollo de los trabajos, para lo que se tendrá que elaborar un análisis fotográfico y documental del estado previo, tratamientos ejecutados, materiales empleados y estado final de las zonas intervenidas. Durante el proyecto también serán recogidos, analizados e inventariados aquellos objetos arqueológicos en virtud de sus características o significado y, en caso de ser preciso, se ejecutará una consolidación de aquellas piezas que necesiten de una restauración de urgencia.