Entre las calles Álvarez de Sotomayor y Miguel de Cervantes, formando esquina, se encuentra el quinto museo con el que desde este viernes cuenta Manzanares. En una casa solariega del siglo XIX la historia se cuenta en plomo gracias a las más de 4.000 figuras que desde hace unos 30 años ha ido coleccionando Rafael García Alcázar. Médico de profesión, su pasión por el coleccionismo le llevó a aventurarse en crear un museo, y en fraguar esa idea lleva dedicándose en cuerpo y alma cinco años. Y el trabajo «no ha sido fácil», reconoce Marta Muñoz, su esposa y pilar fundamental en poder convertir en realidad este museo de nombre PlomHist (Historia en Plomo). Todo está estudiado al milímetro, desde el logo (una figura a caballo en peana), elaborado por Juan Miguel Redondo, hasta la música (obra de Antonio Castro), distinta en las cuatro salas de exposición en la que se distribuyen las figuras en 80 maquetas y dioramas.  

Las puertas del edificio se abren de miércoles a domingo para adentrar al turista en las batallas y hechos más importantes ocurridos desde la Prehistoria hasta la actualidad y sus protagonistas. Así, el visitante podrá contemplar los primeros imperios como el asirio, romano, babilónico y egipcio hasta otras figuras como Julio César, Alejandro Magno, Alfonso X El Sabio y un largo etcétera.

En España, «existen muy pocos museos dedicados a los soldados de plomo y nuestra idea es hacer un museo de historia lo más atractivo posible para niños y mayores», comenta con satisfacción. Y se ha conseguido. Todo gracias a su afán por las figuras de plomo y que comenzó en Madrid, cuando siendo estudiante «me encantaba contemplar las colecciones del soldadito de plomo del Museo del Ejército». La primera figura que compró, recuerda, fue una colección de antiguos soldados de la antigua roma.  

La historia, en plomo - Foto: Tomás Fernández de MoyaEl museo, formado por la colección particular de Rafael García Alcázar, es gestionado por la asociación sin ánimo de lucro ‘Amigos de PlomHist’, cuyo presidente es el propio Rafael García, quien agradece a la familia su colaboración en este proyecto pero también al Ayuntamiento, quien «se ha brindado a colaborar en la edición de los folletos y en la promoción del museo». La entrada general tiene un precio de 3,50 euros.