Pequeño respiro para los bolsillos de los ciudadrealeños. Los precios continúan en caída en la provincia, donde octubre se despidió con un dato del IPC del 8,6% en su tasa acumulada en los últimos 12 meses. Según el INE, es la más baja desde enero de este año tras tocar techo en julio de este año. Entonces, los precios marcaban un incremento del 13,6 por ciento.

¿La clave de esta bajada? Los recibos de la luz y del gas. Si en septiembre subían un 35 por ciento, en octubre lo hacen un 11%. En verano llegó a marcar subidas del 59% y en la pasada primavera, del 80%. La excepción ibérica  o la reducción de los impuestos en la factura del gas y de la luz, según apuntaba el INE en su dato avanzado del mes, han influido en esa rebaja del coste de la vida en la provincia. Además, en este último mes, la provincia anota un abaratamiento en la compra de muebles, vestido, productos médicos, los paquetes turísticos o los servicios hospitalarios. 

Los precios suben, pero menos, desde hace ya tres meses. Eso no impide que Ciudad Real siga entre los territorios donde más crecen los precios. Es la sexta con la tasa de inflación más alta en doce meses, por detrás de León, Toledo y Ávila, las tres con un IPC por encima del nueve por ciento, y Guadalajara y Teruel, con una inflación acumulada en el último año del 8,8%.

¿El problema? Los alimentos. Siguen sin dar tregua y suben por encima del 15 por ciento en Ciudad Real, como nunca. A la cabeza de ese incremento de precios siguen productos como los huevos, hoy un 30% más caros que hace un año, las legumbres, que también superan la subida del 30% o el azúcar, cuyo valor se ha disparado un 38% en un año.  También sube el precio del aceite, que acumula una encarecimiento del 25 por ciento, o la leche, los cereales, la carne de ave y las patatas, todas un 20% más caras que hace un año en la cesta de la compra de los ciudadrealeños.