Un regreso anhelado en un aniversario especial

M. Lillo
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La Banda Nuestra Señora del Prado-La Pasión prepara con ilusión la vuelta de la Semana Santa tras los dos años en blanco por la pandemia y lo hará celebrando su 30 cumpleaños

Un regreso anhelado en un aniversario especial - Foto: Tomás Fernández de Moya

El mundo cofrade vive cada Semana Santa de una forma especial. La devoción se muestra, la fe se exalta y la oración se hace más presente que nunca. Este año, sin duda, esos sentimientos se experimentarán de una forma muy diferente, más anhelada que nunca tras el parón de dos años que ha supuesto la pandemia. Con más ganas e ilusión que nunca, las bandas de música cofrade engrasan la maquinaria para conmemorar, este año sí, la Semana de Pasión.

Una de esas bandas es la de Nuestra Señora del Prado-La Pasión de Ciudad Real, que además conmemora con este regreso un aniversario muy especial, ya que acaba de soplar las velas de sus 30 años de vida. Y lo hace creciendo. La familia que compone esta banda se sitúa ya entre los 115 y los 120 componentes, tras dar cobijo ahora a unos 25 integrantes de la desintegrada banda El Rescatado de Valdepeñas.

Esperaban la vuelta de la Semana Santa como agua de mayo, aunque confían en que el tiempo también respete. En cualquier caso, comentan que si bien algún día pueden ver aguadas sus expectativas por las precipitaciones, como sucedía en los tiempos de la vieja normalidad, lo importante es que ya la situación sanitaria permite el regreso y se muestran seguros de que habrá días en los que podrán sacar sus marchas, aunque también reconocen que hay cierta incertidumbre en relación con las posibles medidas antiCOVID. No obstante, su ilusión es tocar.

Un regreso anhelado en un aniversario especial Un regreso anhelado en un aniversario especial - Foto: Tomás Fernández de MoyaDesde luego trabajan con todo el ahínco del mundo para ello. Comenzaron los ensayos en junio y tras el paréntesis de agosto, volvieron a la carga, con dos y tres ensayos a la semana y hasta cuatro días en algunos casos, sumando también los domingos. «Hay mucha exigencia», subraya a La Tribuna su presidente, Isidoro Aparicio, quien comenta que era imperiosa la vuelta de la Semana Santa dada que «la banda vive de los ingresos que se generan en ella», para mantener, entre otras cosas, el local en el polígono Larache que también han estrenado recientemente.

Y las expectativas no pueden ser mejores. El calendario de fechas para tocar estaba ya en días pasados casi al completo y aún así no dejaban de recibir llamadas para ofrecerles salir en procesión, comentó Aparicio, pendiente sólo de cerrar alguna cita. Arrancarán el Viernes de Dolores en Ciudad Real; el Domingo de Ramos en Guadix (Granada); el Martes Santo en Doña Mencía (Córdoba); el Miércoles Santo en Guadalajara; el Jueves Santo de nuevo en Guadix; el Viernes Santo por la mañana en Valdepeñas y por la tarde en La Carolina (Jaén) y el Domingo de Ramos acabarán en Almagro.

«Nadie es profeta en su tierra», dijo sobre el hecho de que sólo haya una cita en Ciudad Real, a pesar de ser su origen. En cualquier caso, tienen ganas de demostrar que la banda está más viva que nunca y que todo el esfuerzo que hay detrás se plasma en una maravilla de 50 marchas con las que cuentan en su repertorio, comentó a su vez Rocío Aparicio, presidenta del Grupo Joven y quien, como su padre, Isidoro, ha seguido los pasos de la música cofrade y también toca la trompeta.

La vocación es la base de todo. Sin ella no se explican no sólo las muchas horas de trabajo previo, afinando instrumentos, ensayando marchas y coordinando todas las partes de esta compleja maquinaria musical, sino también las largas procesiones en las que participan, unas veces con frío, otras con calor y a veces también con lluvia, o las madrugadas en vela para acompañar con sus sones el caminar de los pasos en Semana Santa.

Esta afición le viene desde pequeño a Miguel Ángel Sánchez. Tras comenzar a tocar a los ocho años ya acumula toda una vida soplando la corneta. «Volver a ensayar después del parón de la pandemia supone mucho, el que lo lleva dentro lo siente».

En esta banda no hay edad. Cuenta con miembros que van desde los 4 hasta los 62 años y una de sus características, que ensalza con orgullo su presidente, es la firme determinación de que «sea una banda de igualdades», «una lucha que nos gusta y que hacemos con ilusión», por lo que dan cabida a todo el que tenga la vocación y las ganas por bandera con independencia de su nacionalidad, si presentan discapacidad o de cualquier condición sexual, comenta. Además, destaca que las mujeres tienen una gran presencia y suponen casi el 40% de sus integrantes. Lo que lamenta, sin embargo, es la falta de ayudas para este tipo de bandas. «Estamos en tierra de nadie».

Por último, tanto él como su hija tienen una cariñosa mención para Paco Cano, integrante de la banda y fallecido con COVID al inicio de la pandemia.