La cocina rural, un valor en alza

La Tribuna
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Los Broches Gastronómicos fomentan el turismo sostenible

La cocina rural, un valor en alza - Foto: Rueda Villaverde

Una de las obligaciones establecidas en la Ley de Despoblamiento de Castilla-La Mancha, que el próximo mes de mayo cumple un año, es la de fomentar el turismo rural en todos sus ámbitos, preferentemente un turismo sostenible, incentivando aquellas iniciativas que contribuyan a la preservación de los elementos naturales y culturales propios de cada zona.

Y la gastronomía es uno de esos elementos culturales y los alimentos forman parte de los elementos naturales. Atendiendo estos preceptos, el ejecutivo de Castilla-La Mancha aprobará en breve el reglamento y la convocatoria de la segunda edición de los Broches Gastronómicos de Castilla-La Mancha, que reconocen la generosidad de aquellos restaurantes que defienden los productos castellano-manchegos, con las recetas regionales cuya divulgación dan a conocer la identidad castellano-manchega en la mesa.

Así, en la primera edición fueron galardonados veinticinco empresas ubicadas en municipios que no alcanzan los tres mil habitantes y la inmensa mayoría apenas alcanza el millar.

La cocina rural, un valor en alzaLa cocina rural, un valor en alza - Foto: Rueda VillaverdeHan sido reconocidos cinco establecimientos hosteleros y de restauración por cada una de las provincias apreciando todos ellos el reconocimiento que la Academia Castellano-Manchega de Gastronomía ha llevado a cabo valorando su labor como garantes y custodios de la cocina tradicional. «Para los establecimientos galardonados ha significado un motivo para sentirnos valorados y creer en el trabajo que venimos realizando durante mucho tiempo». Así responde Mercedes Barato, que regenta el restaurante La Encomienda en la pedanía de Alameda, dependiente de Villanueva de San Carlos, un municipio de Ciudad Real que apenas alcanza los trescientos habitantes, que siente que «el trabajo de los establecimientos situados en el medio rural encarna poner en valor los productos de temporada y kilómetro cero así como disfrutar de calma, paisaje y cocina tradicional».

Desde la Alameda, Barato siente que «cada día se valora más la labor de esa conservación gastronómica y tradicional que intentamos mantener día a día y observamos cómo los comensales nos agradecen y valoran esa conservación».

Mantener un negocio de restauración en un municipio con riesgo de exclusión es estar siempre en una permanente lucha, que para Mercedes Barato merece la pena. «Los empresarios asumimos que una parte del negocio va destinada a intentar paliar los inconvenientes surgidos por la ubicación, las comunicaciones, la contratación de empleados, pero lo compensamos con la manera de vivir en una zona que cuenta con la cercanía del proveedor y la vida relajada del medio rural». Y señala que «la cocina manchega está muy bien situada a nivel gastronómico por tener materias primas variadas y de gran calidad. Tenemos una gran despensa en origen y, cada día, tanto productores como elaboradores nos esforzamos en mantener esa calidad. Además, siempre hemos tenido al mejor embajador, don Miguel de Cervantes y nuestra cocina de El Quijote».

La cocina rural, un valor en alzaLa cocina rural, un valor en alza - Foto: Rueda VillaverdeA pesar de los inconvenientes, la ruralidad se identifica cada vez más con la calidad. «Pienso que siempre ha sido una marca de calidad. Es un valor en auge aunque deberíamos potenciarlo y cuidarlo para que esa realidad se convierta en una apuesta segura –añade Mercedes Barato-. En estos tiempos que nos toca vivir, mucha gente mira al mundo rural valorando todo lo que nos proporciona. Ese reconocimiento es necesario y sería mucho más efectivo si esas miradas se transformaran en realidades».

Otro de los galardonados en la primera edición de los Broches Gastronómicos Rurales ha sido el Restaurante El Parque, de Corral de Calatrava, en la provincia de Ciudad Real. Un municipio algo mayor, que apenas supera el millar de vecinos, que día a día contempla como cada vez hay menos habitantes. «El reconocimiento del Broche Gastronómico nos ha sido muy útil, hemos notado mayor afluencia de clientes, sobre todo, en los fines de semana», comenta su responsable, Braulio Morales Hernández.

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Un problema en los municipios que están en riesgo de despoblación se encuentra en el mantenimiento diario del establecimiento de hostelería, tanto para la subsistencia de la empresa como para la vida del municipio. «Yo estuve a punto de marcharme y abrir un negocio en la capital de Ciudad Real, pero el alcalde me comentó que esto iba a ser un duro golpe para el pueblo… Y la verdad es que no me arrepiento. Hay muchos viajantes y trabajadores que ahora acuden diariamente». Pero ese mantenimiento de la 'parroquia' se logra sin distraerse, prestando toda la atención a la cocina. «La cocina tradicional conlleva mucho tiempo y mucho mimo, porque hay que trabajarla como lo hacían nuestras madres… porque un pisto manchego necesita tres horas de trabajo, que es lo que espera el cliente y es lo que al final se valora», termina el responsable del restaurante El Parque.