El año pasado, en Ciudad Real, hubo dos partos de mujeres que superaban los 50 años. Son los casos extremos de una maternidad tardía que cada vez es más común. En 2022, según recoge el Instituto Nacional de Estadística, el INE, una docena de mamás dieron a luz en la provincia con una edad que estaba entre los 45 y los 49 años y hubo otras 279 madres que tenían entre 40 y 44 años. El de las mamás 'cuarentonas' es un fenómeno cada vez más frecuente en la provincia, donde, de hecho, no había tantas madres que dieran a luz con esos años desde la década de los 70 del pasado siglo. La diferencia es que entonces la provincia vivió un boom de la natalidad que se extendía a prácticamente todas las edades. Ahora se produce en un momento en el que la natalidad va a la baja. En 2022, con el menor dato de nacimientos que se recuerda nunca: 3.358.
Factores económicos y laborales marcan ese descenso de la natalidad y también el retraso en la maternidad, además de que la ciencia, con las técnicas de reproducción asistida, permite hoy contradecir al reloj biológico. Según el INE, las madres de la provincia tienen ya su primer hijo a una edad media de 31 años. Nunca fueron tan 'mayores'. En la década de los 70 del siglo pasado lo eran a los 25. Eso ha desplazado la mayor franja de edad de las nuevas madres más allá de los 30 e incluso de los 35 años. Durante 2022, una de cada tres madres que salieron del paritorio había cumplido ya los 35.
Echando la vista atrás, lo normal era que las ciudadrealeñas que tenían un hijo en la provincia lo tuvieran con una edad que iba de los 25 a los 29 años. Así fue en los años 70, en los 80 y hasta finales de los 90. Ahí, por primera vez, en 1998, las mujeres de 30 a 34 fueron mayoría en los paritorios. Y así ha seguido siendo hasta ahora, con una diferencia cada vez más pequeña con el siguiente grupo de edad, las madres de 35 a 40 que, si nada cambia, y se mantienen las estadísticas, serán mayoría ya este año o el siguiente.
Y ese es un rasgo más de la crisis demográfica, que no es solo de despoblación, sino que también lo es de envejecimiento. En cuatro de los últimos cinco años la cifra de alumbramientos fue la más baja de la historia, hasta que la empeoró el año siguiente. Solo en 2021 no pasó eso. En 2022, por ejemplo, se alcanzó la cifra de nacimientos más baja para las madres de 20 a 24 años, las de mujeres de 25 a 29 y las de 30 a 34. Las únicas edades que crecen, las de las mamás 'cuarentonas'.