Las pruebas realizadas tras la denuncia del pinchazo por sumisión química en la Feria de Almagro han dado negativo, como así informó la Guardia Civil a La Tribuna. Las mismas fuentes señalaron que aunque   la analítica ha dado negativo, se seguirá estudiando el caso para dar con el autor, ya que «sí había pinchazo». Y es que, con este tipo de pinchazos se podrían inyectar sustancias ilegales como el éxtasis líquido, la ketamina o benzodiacepinas, que producen una reacción inmediata en la víctima de pérdida de control y, por tanto, facilidad para el abuso por parte del agresor.

Los hechos ocurrieron en plenas fiestas patronales de la ciudad encajera, en la madrugada del 27 al 28 de agosto, cuando la joven, que se encontraba en ese momento con sus amigos, recibió un pinchazo en la pierna derecha. Tras sentirse mareada, los servicios de emergencia la atendieron en el lugar de los hechos y después fue trasladada al Hospital de Ciudad Real.

Hasta el 19 de agosto, y como así adelantó La Tribuna, la provincia de Ciudad Real había registrado dos denuncias de mujeres víctimas de pinchazos con el objetivo de introducirles alguna sustancia para su sumisión química. Se trataba de dos denuncias presentadas en dos municipios de la provincia, no en la capital, y cuyo nombre no transcendió.  

Este miércoles, y tal y como avanzó el pasado mes de agosto la consejera de Igualdad y portavoz, Blanca Fernández, al Consejo de Gobierno se le informó formalmente de la decisión de que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ejerza de acción popular en los casos de agresión sexual de sumisión química, ya sea bajo la modalidad de pinchazo u otras. «Aunque este tipo de actuaciones no tienen por qué estar relacionadas con una agresión sexual, sí se vinculan con el terror sexual dirigido a coaccionar la libertad, la autonomía y la seguridad de las mujeres, pudiendo ser también valorado como delito de lesiones con agravante de género», argumentó Fernández.