Las mujeres, la conquista de nuevas metas

Manuela Lillo
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Ana López Casero, profesional de éxito; Sofía González, ingeniera mecánica; y Mercedes Millán, una de las primeras mujeres autobuseras, han roto estereotipos en estos años de avances

Sofía González (izquierda), Mercedes Millán (centro) y Ana López-Casero, en una de las céntricas calles de la capital. - Foto: Rueda Villaverde

Techos de cristal que se han roto, reivindicaciones que tienen más voz que nunca, conquistas que entierran vetos a las mujeres: ‘aquello de tú no vales’, ‘esto es cosa de hombres’ o ‘las mujeres a fregar y a limpiar’. Millones de mujeres han dicho «basta» en los últimos años a la desigualdad, se han liberado de las cadenas que les anclaban a la tradición, a la injusticia, y han ido ganando espacios que estaban principalmente reservados a hombres.

El silencio se ha hecho grito con movilizaciones multitudinarias como las celebradas en Ciudad Real en los años 2018 y 2019, un clamor por la igualdad que era al mismo tiempo el reflejo de los avances y la lucha por derribar muchos de los muros que aún quedan pendientes. Otros de esos muros se han conseguido derribar. Ana López Casero, profesional de éxito; Sofía González, Graduada en Ingeniería Mecánica y estudiante del Máster de Ingeniería Industrial; y Mercedes Millán, una de las primeras mujeres autobuseras de Ciudad Real, han roto estereotipos y han demostrado la valía de las mujeres. Una década para anotarse conquistas.    

Las primeras veces son siempre un reto, pero también un estímulo y por eso Ana López Casero asegura que nunca se frenó ante los techos de cristal. Fue la primera mujer que ostentó el cargo de presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real y también ha ostentado multitud de cargos de responsabilidad al más alto nivel, desde directora general de Horizonte XXII a directora de la Fundación Eurocaja Rural o directora general de la Fundación Francisco Luzón, dedicada a la enfermedad del ELA. Actualmente es miembro del Comité Directivo y tesorera del Consejo General de Farmacéuticos de España.

La manifestación del 8 de marzo de 2018 fue la más multitudinaria, con miles de personas en la calle en favor de la igualdad real.La manifestación del 8 de marzo de 2018 fue la más multitudinaria, con miles de personas en la calle en favor de la igualdad real. - Foto: PLEn su casa la educaron en igualdad. La mayor de cuatro hermanas, a todas ellas les inculcaron dos principios básicos: la vocación de participar y contribuir a mejorar la sociedad y de tener voz y ser independientes. Sus padres sembraron entonces la semilla de su éxito profesional. Por eso considera que no hay meta que no puedan alcanzar las mujeres y subraya que la sociedad necesita del «talento femenino», dice esta madre de tres hijos, dos chicas y un chico.

Destaca los logros que han conseguido las mujeres en los últimos años, desde poder votar, a independizarse económicamente, cursar carreras universitarias, tener una amplia representación en política o promocionar empresarialmente. No obstante, lamenta que todavía  las mujeres tienen algunas trabas: la falta de referentes cercanas que hayan conseguido superar barreras o lo que denomina la «hiper-rresponsabilidad» de las mujeres consigo mismas, que les hace tener «tensiones internas» entre sus anhelos laborales y su rol en el hogar. Por eso, pone el acento en una cosa: la necesidad de que las mujeres tengan mayor representación en los órganos de dirección de las empresas.  

Sofía González, por su parte, siempre tenía que descubrir el porqué de las cosas. Lo hace desde niña y por eso decidió cursar ingeniería mecánica, un universo académico principalmente Del alrededor de cien alumnos matriculados, sólo unas 15 eran chicas. Le sobró mérito para sacarse el grado y se embarcó en el máster, en el que está inmersa actualmente aunque ya con otra meta en el horizonte: estudiar el doctorado. Amante de las ciencias,  considera fundamental que se conozca el papel que muchas mujeres han jugado a lo largo de la historia, silenciado bajo un mantón de desigualdad que ahora cree necesario levantar para fomentar las vocaciones científicas de las mujeres, dice esta joven que estudia varios idiomas «por hobby» y practica la equitación. Al igual que López-Casero destaca los logros, pero cree necesario que las mujeres tengan mayor representatividad en los altos cargos de las empresas, aunque subraya que «la sociedad está cada vez más involucrada con la igualdad».

A Mercedes Millán nadie la paró en su voluntad de ponerse a los mandos de un autobús, al contrario, tuvo el apoyo incondicional de su padre, de quien siguió sus pasos. Lleva ya 14 años en la profesión y recuerda «que al principio le sorprendía a la gente, sobre todo, a la gente mayor». Mientras algún hombre le miraba con desconfianza y le soltaba aquello de «¿pero tú nos vas a llevar?», muchas mujeres se sorprendían gratamente de la hazaña. No tardó en ganarse a todos, primero en la línea a las pedanías y ahora en la de Calzada.

Destaca que ya en las grandes ciudades es habitual ver a mujeres conduciendo autobuses y que el único requisito es que «te tiene que gustar», por lo que subraya que tanto los hombres como las mujeres son capaces de hacerlo, no es cuestión de género, apostilla.  

Movilizaciones feministas. Ciudad Real vivió en 2018 una movilización histórica, con más de 7.000 personas clamando por la igualdad, un hito que también tuvo su reflejo en 2019 y 2020, aunque en este último caso, mitigado a causa del coronavirus.

«El 8 de marzo para mí es un día en el que defiendo que la mujer esté presente, es un día de reivindicación y de conquista y de mostrar a la sociedad la fuerza de las mujeres», indicó López Casero, quien se mostró a favor de los movimientos que dan mayor voz a las mujeres, pero no de radicalismos. «Los movimientos feministas, desde mi punto de vista, si es un feminismo que defiende la voz de la mujer, la igualdad de oportunidades, por supuesto, los apoyo; si es un feminismo que va en contra del hombre y que defiende posiciones radicales, no lo apoyo». Por su parte, Sofía se mostró a favor de defender la igualdad «todos los días, con los hechos» y no sólo en un momento concreto, mientras que Mercedes indicó que si bien ve bien la igualdad, en algunos aspectos existen diferencias y se reconoció no muy amiga de las manifestaciones.