El relevo generacional es uno de los principales problemas del mundo rural. Se trata de un sector envejecido al que le cuesta atraer nuevas incorporaciones. Aunque los comienzos siempre son complicados, en el caso de la actividad agropecuaria este problema se agudiza incluso más. Arrancar una explotación agrícola o ganadera es una carrera de obstáculos y mantenerse los primeros años constituye una heroicidad en muchos casos. Y para evitar el fracaso de quienes se deciden a iniciar su vida laboral en el campo hay un concepto clave: asesoramiento.
Este asesoramiento tiene dos vertientes claramente diferenciadas: por una parte los nuevos agricultores y ganaderos han de aprender el oficio y por otro tienen que lidiar con la burocracia, con un sinfín de papeleos para poder tener en regla su explotación y ser capaces además de acceder a las imprescindibles ayudas que la hagan rentable.
En el primer caso, es frecuente que los conocimientos necesarios para comenzar se aprendan en casa. Buena parte de los ganaderos y agricultores son hijos de otros ganaderos y agricultores y han mamado desde la niñez las exigencias de la profesión. De esta manera saben cuándo sembrar, cuándo y cómo ayudar a un animal durante el parto o en qué momento cosechar, por ejemplo. Aún así, la modernización y los avances tecnológicos a los que inevitablemente está sujeta la actividad agropecuaria para poder ser sostenible y rentable exigen una continua actualización de conocimientos por parte de los profesionales que requiere de consejos y asesoramiento.
Pero donde realmente es necesaria más ayuda es en la parte burocrática. Los trámites para abrir una nueva explotación son interminables y nadie sin unos conocimientos básicos de los entresijos de la Administración puede afrontar este proceso con ciertas garantías de éxito; asimismo, también son engorrosos los papeleos para solicitar las ayudas de la PAC o cualquier otra subvención.
Las organizaciones agrarias se dedican a esta labor, realizando un importante papel de apoyo a todos los profesionales del campo. Y el Ministerio de Agricultura creó en septiembre del año pasado, con la colaboración de UPA y Cooperativas Agroalimentarias, la plataforma digital raices.info. Se trata de un espacio web colaborativo que aúna una red social, una web al uso y un foro y además se plantea el ambicioso objetivo de «facilitar el intercambio de información en el sector (tanto de forma virtual como presencial), promover el relevo generacional de agricultores y ganaderos y luchar contra la despoblación», explican desde UPA.
Raíces es fruto de un año de esfuerzo del grupo operativo Agricultores Jóvenes en Red, compuesto por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), la Universidad de Córdoba (UCO), la Universidad de Málaga (UMA), y el Grupo Tragsa. Además, el proyecto cuenta con la colaboración de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) y la entidad financiera Caixabank.
El proyecto ha ido concretándose en distintas herramientas que reúnen los beneficios de las redes sociales, los medios digitales, los juegos serios, los chats online o los encuentros presenciales. El equipo que gestiona el espacio web que acogerá a la plataforma ha explicado las posibilidades de esta iniciativa innovadora que, en definitiva, busca acercar a los profesionales de la agricultura y la ganadería la información necesaria para desarrollar su trabajo, desde la burocrática hasta la relacionada con el manejo de sus cultivos o ganado.
Tal y como apuntan los responsables de la plataforma, los jóvenes son, en ocasiones, «los primeros excluidos del sector agrario», porque muchos de aquellos que se plantean entrar en él se ven «abrumados por la falta de información y la incertidumbre». Es un hecho, han explicado, que durante los primeros años después de la incorporación, los profesionales tienen un alto riesgo de sufrir problemas que hagan fracasar su negocio. En este proyecto tendrán apoyo para que eso no llegue a ocurrir.