El Teatro Auditorio Tomás Barrera de La Solana levantó anoche el telón de la trigésimo sexta edición de la Semana Nacional de la Zarzuela, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional, con un multitudinario acto inaugural en el que José María Barreda, catedrático de Historia y expresidente de Castilla-La Mancha, fue reconocido con ‘La rosa de azafrán de oro’. La Asociación Cultural Amigos de la Zarzuela, organizadora del evento, también entregó la distinción de Ama Mayor a la soprano María Rodríguez, y la de Juan Pedro Mayor al tenor Ángel Cortés, finalista del programa La Voz. El ‘Sembrador’ del año recayó en el solanero Vicente Delgado, director y profesor de Música. El acto de inauguración contó con la presencia de la directora provincial de Bienestar Social, Manuela González-Horcajo, el vicepresidente de Cultura de la Diputación de Ciudad Real, David Triguero, el alcalde anfitrión, Luis Díaz-Cacho, y el presidente de la ACAZ, Antonio García-Cervigón, entre otras autoridades y patrocinadores. 

Díaz-Cacho fue el encargado de dar la bienvenida a las autoridades y premiados a una nueva Semana de la Zarzuela, donde «La Solana se exhibe ante todo el mundo con su Rosa del azafrán». «Es un pueblo que canta, interpreta y mantiene vivas nuestras raíces y costumbres, que se convierte en epicentro mundial de la zarzuela con voces líricas de nivel internacional que colaboran con nosotros de forma desinteresada», enfatizó el alcalde. Por su parte, David Triguero puso de relieve la apuesta de la Diputación por el turismo cultural y avanzó que además de mantener la financiación a la ACAZ para la organización de este espectáculo «único y de gran nivel», lo promocionará con campañas de publicidad en Castilla-La Mancha y otras regiones como Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana. 

Antonio García-Cervigón, que expresó su deseo de una larga vida a la Semana de la Zarzuela, recordó que José María Barreda, reconocido con ‘La rosa del azafrán de oro’, fue el pregonero de la tercera edición. El expresidente de Castilla-La Mancha tomó la palabra para agradecer este «honor», un galardón que ya recibió el Gobierno regional cuando ostentaba la presidencia. «Siempre agradezco que nuestros pueblos y ciudades se comprometan con actividades de esta naturaleza, porque una sociedad es fuerte y dinámica cuando del propio tejido civil salen esfuerzos de hombres y mujeres que son capaces de organizar durante muchos años acontecimientos de esta categoría», subrayó. Hizo además suyas unas palabras expresadas años atrás en este teatro para recordar que «en la Mancha cantamos al sembrador y otros cantan al segador, pero para segar primero hay que sembrar y hay que sembrar con amor».

La Solana y Almagro estrechan lazos en defensa Para Vicente Delgado, ‘Sembrador’ de 2019, fue un «orgullo» recibir una distinción de un evento por el que conocen a La Solana por toda España, mientras que María Rodríguez, distinguida como Ama Mayor, vivió una «emoción indescriptible» porque ha vivido «entregada» toda su vida a la zarzuela. «Estoy feliz por estar aquí, como lo hicieron otras grandes compañeras como Milagros Martín, Josefina Arregui y Josefina Meneses. Por último, Ángel Cortés, el Juan Pedro Mayor, destacó la apuesta de la ACAZ y La Solana por «la longevidad de este bonito género lírico español, una seña de identidad tan nuestra».

Ignacio García, director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, fue el encargado de pronunciar el pregón inaugural. Un discurso en el que subrayó que la zarzuela es «un género único en el mundo por traducir la sabiduría popular y beber su folclore para convertirlo en arte de gran altura». «La zarzuela es el licor destilado de siglos de tradición musical y cultural: hacen falta cientos de años para que un lugar y un pueblo encuentra la esencia de lo que es a través de sus cantos y sus danzas, y la zarzuela siempre ha tenido, desde su origen, esa capacidad inefable, la de mostrar el alma de los pueblos pasada por el cedazo del tiempo para quedarse con el grano, con el alimento del espíritu».

Aludió a la «hermandad cultural» que existe entre la Semana de la Zarzuela y el Festival de Almagro para recorren un camino común en defensa de nuestro patrimonio, nuestra tradición y el folclore, «una obligación moral». «Frente al esnobismo de quienes siempre valoran más una obra de fuera que una de aquí, una música o una danza lejana que una propia, frente a la globalización sin personalidad que nos hace preferir el sushi al pisto manchego, frente al ‘McDonalds cultural’ que algunos nos quieren vender o imponer, debemos reivindicar nuestras raíces y las manifestaciones culturales que se generaron, destilaron y enriquecieron pasando de generación a generación», enfatizó.

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