Casi un 20 por ciento de los remolques, vehículos agrícolas y de mercancías de menos de 3.500 kilos lo tuvieron el año pasado 'más crudo' a la hora de pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV), ya que fueron rechazados en una primera inspección. Así lo ponen de manifiesto los datos facilitados a este diario por la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades, que revelan que en el caso de los remolques ese porcentaje se situó en el 18,8%; en los vehículos agrícolas en el 17,9% y en los de mercancías de menos peso en el 17,8%.

Los principales motivos por los que sus conductores recibieron el 'no' en la estación de ITV en un primer examen guarda relación en el caso de los vehículos agrícolas con «un cambio de normativa» enfocado a «legalizar las cabinas» de dichos vehículos para una mayor seguridad, lo que hizo que en mayor medida vieran cómo se les tumbaba en este chequeo, según trasladaron a este diario desde algunas estaciones de inspección. De hecho, las estadísticas de la Junta recogen que  estos vehículos registraron la mayor proporción de defectos leves el año pasado en la provincia, 2,1 veces más por inspección.

A esa cuestión de cambio normativo se pueden sumar otros aspectos, como los defectos graves en el alumbrado o en los frenos que presentaban algunos tractores.  

Por lo que respecta a los vehículos de mercancías, la 'culpa' se encuentra en el intenso uso que se suele hacer de ellos. Se trata de herramientas de trabajo que en muchos casos acumulan miles y miles de kilómetros y que incluso se pueden utilizar por distintos trabajadores. La conclusión: «Se les castiga más», y de ahí que puedan aflorar en ellos defectos que lleven a su rechazo en una primera inspección.

Lo mismo sucede en los vehículos de mercancías de mayor envergadura, los de más de 3.500 kilos de peso, que en este caso aparecen en la estadística entre los segundos que más se tumban en una segunda inspección, en el 10,6% de los casos, seguidos nuevamente de los remolques, con el 15,3%.

Las diferencias.

«No es lo mismo un turismo de un particular que un vehículo o un camión de empresa», informaron desde las estaciones de inspección consultadas y en las que pusieron sobre la mesa la 'mayor tralla' que tienen estos últimos, por lo que en ocasiones presentan defectos relacionados con los frenos, los neumáticos o elementos como el guardabarros, entre otros.  

En cualquier caso, recordaron que de cara a la inspección hay dos aspectos fundamentales que inciden en el estado general del vehículo: el mantenimiento que se realiza del mismo y la antigüedad. De ambos puede depender el que aparezcan 'pegas' relativas al alumbrado y a la señalización, que son los principales defectos leves que se localizan, o en las emisiones contaminantes, las más frecuentes en los graves. En este último aspecto recordaron que «se controlan más que hace años y hay más requisitos que cumplir».

«La ITV es fundamental para garantizar que los vehículos están en condiciones óptimas para circular y que no presentan un riesgo ni para el propio conductor ni para el resto de usuarios de la vía», aseveraron.

la itv en cifras. A lo largo del año pasado, las estaciones de ITV de la provincia realizaron un total de 341.311 inspecciones, lo que representa un 16,15% menos que en el pandémico 2020, cuando a pesar de la parálisis que supuso el coronavirus se realizaron 408.782 inspecciones, frente a las 424.323 de 2019, antes de la irrupción del COVID.

De estas casi 350.000 inspecciones del año pasado, un total de 44.160 fueron rechazados en un primer chequeo, lo que representa el 15,1 por ciento.

En el caso de los que lo intentaron por segunda vez, 45.177 vehículos, 4.544 volvieron a recibir un 'no' de la ITV, el 9,1 por ciento.

«En 2020 estuvimos cerrados del 15 de marzo hasta el 18 de mayo», detallaron desde una de las estaciones de ITV, que agregaron no obstante, que tras cuatro o cinco meses, «el impacto fue brutal» porque se acumularon los vehículos a los que les correspondía este 'examen' por fecha con aquellos que no pudieron pasarla durante el estado de alarma.

A partir de la pandemia se puso en marcha un sistema de cita previa que mantienen. «Evita colas y acumulación de gente y gustó bastante a los clientes porque redujo los tiempos de espera», concluyeron.