La residencia asistida de mayores Gregorio Marañón de Ciudad Real, dependiente de la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Comunidades, ha registrado tres decesos por coronavirus desde el inicio de la pandemia, tal y como señalan trabajadores del propio centro, que añaden que la cifra podría ser incluso superior debido a que «ha habido más fallecimientos, pero no se les ha realizado la prueba para saber si estaban contagiados». El pasado viernes hubo que lamentar cuatro muertes en el centro.

El personal sociosanitario de la residencia critica que no está recibiendo información de la dirección del centro y que existe «preocupación» porque «hay muchos compañeros de baja». Así, los trabajadores reclaman que se les realice pruebas, tengan o no síntomas, además de que se les proporcionen equipos de protección individual (EPI) que sean apropiados y suficientes, ya que se han visto obligados a reutilizarlos o elaborarlos ellos mismos con diversos materiales plásticos.

Esta situación también se está produciendo en la residencia Las Pocitas del Prior de Puertollano, según resaltan las mismas fuentes.

La Dirección General de Salud Pública de Castilla-La Mancha confirmó ayer que hay 932 residentes con coronavirus en los diferentes centros sociosanitarios de la región.