A lo largo de la noche, Jacinta González se levanta varias veces, pero hoy no lo ha hecho ninguna. El sistema ‘Remote Care’, instalado en su casa, ha enviado una alerta a su hija avisando de que Jacinta no se mueve por ningún habitáculo de la casa, algo que no suele ser habitual. Afortunadamente todo ha quedado en un susto, y el único problema ha sido que Jacinta hoy ha dormido de un tirón.

El Wi-Fi ha sido el ‘chivatazo’. Gracias a esta plataforma de análisis multifuncional (Remote Care), que utiliza la infraestructura Wi-Fi, se envía a los cuidadores alertas a través de una simple aplicación de usuario desplegada en un móvil o tablet. Una solución intuitiva y pasiva de cuidados remotos de personas mayores que aportan tranquilidad a las familias y mejora la calidad de vida de las personas mayores. Todo, sin necesidad de dispositivos portátiles adicionales ni sistemas de videovigilancia invasivos.  

Jacinta «está encantada» con el nuevo sistema, pues la soledad, reconoce, es muy dura. A sus 88 años está «fenomenal», aunque la falta de estabilidad le lleva a tener que usar un andador. «Tomo una pastilla, y voy bien», comenta al calor del sol que entra por la ventana. Escondido entre el pecho lleva el dispositivo de botón de llamada de auxilio del servicio de teleasistencia pero este otro sistema es «más cómodo» reconoce. Una de sus hijas, Manuela Mendiola, vive en Puebla de Don Rodrigo, a unos 30  minutos de Luciana, pero aunque acude con frecuencia a visitarla este sistema «nos da mucha tranquilidad, sobre todo los días que está sola». «Esto nos da un alivio, pues cuando vemos que hay muchas horas sin actividad y no se mueve, llamo o cojo el coche y me acerco», comenta con satisfacción.

El cuidado del anciano, ‘en remoto’ - Foto: Tomás Fernández de MoyaInocencia Fernández a sus 73 años se quedó viuda hace cuatro meses, y eso fue lo que motivó a su hija, Eva Rufino, a instalar ‘Remote Care’. Y lo hizo, declara, «por la tranquilidad de saber que se encuentra bien y que  cuando hay cierta anomalía se detecta y nos avisa». «Mi cuerpo no lo tengo en condiciones, estoy baja de hierro y tengo vértigos, por lo que bienvenido todo lo que sea para estar más vigilada», manifiesta.

Junto a ellas, otras cinco vecinas de Luciana han sido seleccionadas para participar en esta pionera iniciativa que llega de la mano de Telefónica y Aerial. Un sistema que cuenta con una interfaz de detección de movimiento para el Wi-Fi doméstico, utilizando las señales inalámbricas ya existentes, y que, junto con la inteligencia artificial y el análisis contextual, localiza la presencia y los movimientos. El sistema de inteligencia artificial que se ha creado detecta cualquier anomalía. «Su capacidad para procesar ese movimiento detectado es lo que permite al software reconocer la presencia humana y proporciona información sobre esa actividad en concreto», explica Juan Felipe González Hidalgo, vicepresidente ejecutivo de ventas de Aerial.  

Desde Telefónica, en palabras de Encarnación Bravo, asesora tecnológica de administraciones públicas en Castilla-La Mancha, señalan que uno de los principales objetivos de la compañía es poner la tecnología al servicio de las personas, y con ese reto apuesta por este tipo de soluciones innovadoras que dan respuesta a las necesidades del día a día. «Cuidar de nuestros mayores siempre ha sido una necesidad, y en Telefónica somos conscientes de la importancia que tiene para ellos sentirse seguros y para su familia estar tranquilos», comenta Bravo. Y toda esta reflexión llevó a Telefónica a aliarse con Aerial, una empresa canadiense que utiliza las redes Wi-Fi para inferir el movimiento humano, y juntos desplegar este proyecto piloto en Luciana, un municipio que «cumplía las condiciones demográficas y geográficas», ya que, situada a una hora del Parque Nacional de Cabañeros, cuenta con algo más de 360 habitantes, de los que un alto porcentaje son mayores de 75 años.  

El cuidado del anciano, ‘en remoto’ - Foto: Tomás Fernández de MoyaAhora, el Ayuntamiento, junto Telefónica y Aerial estudiarán en los próximos días si este sistema ha venido para quedarse. Con ese objetivo, y con los datos obtenidos encima de la mesa, se valorará la comercialización del mismo. El alcalde de Luciana, Dionosio Vicente, mostró su satisfacción por el hecho de que el proyecto llegue a Luciana, donde, reconoce, los servicios asistenciales, como en cualquier zona rural, están alejados de la localidad y los vecinos abandonan el pueblo en su búsqueda, «y eso incide más en el despoblamiento». La mejor noticia para Luciana, asegura, que el proyecto llegue para su implantación definitiva.