Ciudad Real despidió ayer un año hidrológico que en lo que se refiere a las precipitaciones se considera normal pero que deja los pantanos que abastecen a Ciudad Real y su comarca con las cifras más bajas de reservas en más de 15 años. La conexión entre el Gasset y Torre de Abraham acumula a fecha de este 30 de septiembre, último día del año hidrológico, apenas 28 hectómetros cúbicos en sus reservas, el 12,4% de su capacidad total, la misma cantidad que en 2017 y la cifra más baja que recoge el ahora Ministerio de Transición Ecológica en su Boletín Hidrológico para lo que denomina el sistemas de embalses de uso consuntivo de abastecimiento a Ciudad Real.
El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana reconocía en una entrevista concedida a La Tribuna este pasado mes de septiembre la situación «realmente preocupante» en los embalses provinciales, aunque los recursos almacenados sirven para establecer una garantía en el suministro de, al menos, dos años «en el peor de los escenarios», aseguró.
Eso sí, este 1 de octubre, la situación de los pantanos de la provincia es peor de lo que estaban hace un año y peor también de cómo suelen estar al iniciar un nuevo periodo hidrológico. Así, el Gasset tiene un hectómetro menos que el año pasado y cinco menos que en la media de la última década mientras que Torre de Abraham apenas llega a los 15 hectómetros cúbicos almacenados de los 183 que puede llegar a almacenar, cuando el año pasado tenía 18 y la media en 10 años es de 87 hectómetros cúbicos.
La capital estrena año hidrológico en mínimos - Foto: Rueda VillaverdeLas reservas de agua de los pantanos de Ciudad Real están al 31,37% de su capacidad, casi seis puntos por debajo que en 2019. La provincia, en la parte que depende de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, cuenta con dos zonas declaradas en emergencia:Gasset-Torre de Abraham y Vicario, a los que la CHG suma la «crítica situación» de La Vega del Jabalón. En alerta se encuentra la Unidad Territorial de Sequía de Mancha Occidental;y hay otras dos en prealerta: Gigüela-Záncara y Guadiana-Los Montes. Solo Peñarroya y Tirteafuera escapan de esa situación de preocupación con un estado de normalidad según la Confederación.
Lejos están los años de abundancia en los pantanos de los que, por ejemplo, se abastece Ciudad Real. Según las cifras que maneja Transición Ecológica, el mejor inicio de año hidrológico se registró en 2010, cuando los embalses de cabecera de la capital rondaban el 80% en el que fue el año más lluvioso en siete décadas en Ciudad Real.
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La capital estrena año hidrológico en mínimos - Foto: Rueda Villaverde
La capital estrena año hidrológico en mínimos - Foto: Rueda Villaverde
Una evolución de los indicadores e informe de sequía y escasez en la zona del Guadiana que se produce tras un año hidrológico que la Aemet califica como normal dentro de los resúmenes mensuales que elabora y en el que analiza el carácter pluviométrico del mes. Normales fueron los meses de abril, mayo y julio, extremadamente húmedo fue agosto, en el que apenas un día de lluvia -el de la granizada que llevó a Ciudad Real a solicitar la declaración de ‘zona afectada gravemente’ por los daños provocados- y que disparó las estadísticas habituales para este periodo del año, mientras que muy secos fueron febrero y junio. También por encima de las precipitaciones normales estuvieron los meses de marzo, noviembre y diciembre, mientras que fueron secos enero y octubre.