Alrededor de 25 centros educativos de la provincia de Ciudad Real cuentan con al menos algún aula confinada debido a casos positivos de alumnos según los datos recopilados por La Tribuna de Ciudad Real. La cifra implica que apenas dos semanas después de que comenzara el curso en Primaria y Secundaria hay alrededor de un cinco por ciento de los centros con alumnos aislados en sus hogares y algo más de medio millar de estudiantes, siguiendo las ratios medias, que siguen las clases desde casa, a los que habría que sumar los estudiantes de Bolaños de Calatrava, que aún no han podido iniciar las clases de forma presencial.
Los datos son cifras aproximadas, ya que no hay un listado oficial de estos centros publicado por la Consejería de Educación, pero muestran la incidencia del COVID-19 en la vuelta a las aulas. De hecho, algunas de las clases que fueron confinadas al inicio del curso ya han vuelto a la presencialidad esta semana. Se trata de los centros Alcalde José Cruz Prado de Ciudad Real, el IES Maestro Juan de Ávila, el Paseo Viejo de la Florida, el colegio Virgen de Criptana y el Santísima Trinidad de Alcázar de San Juan.
En cuanto a las que permanecen con los estudiantes en casa hay centros en Ciudad Real, con seis aulas en seis centros educativos; mientras que en Puertollano son nueve aulas en cinco centros educativos. En Almagro son ocho las aulas confinadas en el IES y un colegio; así como en Criptana, donde hay 13 espacios cerrados en el centro de educación especial. En Valdepeñas son seis las aulas cerradas, así como dos aulas en dos centros de La Solana. Además, hay aulas confinadas en Miguelturra, Carrión, Pozuelo de Calatrava y Castellar de Santiago.
Unos 25 colegios confinan aulas desde el inicio del curso - Foto: Rueda VillaverdeEnfermeras y cambios. «Un 5 por ciento no es mucho pero sí es una cifra considerable si no se actúa con premura, con la detección precoz de los casos positivos», explicó la presidenta provincial de ANPE, Mónica Sánchez de la Nieta, quien recordó que el sindicato viene pidiendo, desde este verano, que los centros educativos cuenten con la figura de la enfermera en el aula. Sánchez del la Nieta expuso que tener un profesional sanitario en el centro podría permitir que se hicieran los test en el espacio educativo y evitar, además, uno de los problemas que se han encontrado como que los funcionarios no les hagan test, a no ser que tengan síntomas al pertenecer a Muface, mientras que los interinos tengan un test a los pocos días. «Hay casos de maestras de Infantil que han sido contacto directo de un positivo y que están a punto de terminar la cuarentena sin que se les haya hecho ningún test», señaló la presidenta de ANPE.
Sánchez de la Nieta apuntó que este tiempo con las clases presenciales ha sido «duro» por la dificultad de adaptar los protocolos que se habían elaborado en verano o que se han tenido que realizar conforme avanzaba el curso. Así, por ejemplo, durante esta semana el tiempo de confinamiento y de aislamiento de las aulas ha pasado de 14 a 10 días y ahora, en aquellas aulas en las que se usa mascarilla, como Bachillerato, se dejará de confinar toda el aula para hacerlo con los estudiantes más próximos al positivo. «Se han tenido que ir reestructurando o elaborando protocolos y haciendo aclaración al respecto», señaló Sánchez de la Nieta, quien apuntó que esta semana hubiera sido necesario, por ejemplo, hacer otro protocolo sobre cómo se debe volver a las aulas tras el aislamiento.