Asaja estará «vigilante» para evitar las plagas de conejos

A. Criado / EFE
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La organización solicita «medidas especiales» a nivel regional por el aumento de estos animales, aunque Alcolea asegura que la situación en la provincia es, de momento, de «normalidad»

Un agricultor muestra la incidencia de los conejos en un olivo durante la plaga de 2018. - Foto: Rueda Villaverde

La Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha remitió hace unos días un escrito al director general de Medio Natural y Biodiversidad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Félix Romero, para solicitar «medidas especiales» por el aumento de conejos en las explotaciones agrarias de la región. Según explica a La Tribuna el vicepresidente de esta organización agraria en la provincia, Pedro Alcolea, la situación actual es de «normalidad» en Ciudad Real, aunque están «vigilantes» para evitar que se vuelvan a repetir episodios como los vividos en 2018.

Pedro Alcolea, que está en permanente contacto con los presidentes locales de Asaja a través de Whatsapp, asegura que a día de hoy «no hay ningún foco importante» de conejos en la provincia de Ciudad Real, «lo que no implica que se puedan originar en las próximas semanas». Apunta, en este sentido, a Cuenca como uno de los territorios más afectados de la región, y destaca las medidas adoptadas hace dos años para poner freno a la proliferación de unos animales que hicieron estragos en las cosechas. «Secaron olivos y vides y arrasaron muchas hectáreas de siembra», apostilla.

Una Proposición no de Ley presentada por el Partido Popular en el Congreso, a mediados de 2018, recogía que solo en Castilla-La Mancha, más de 300 localidades de cuatro de sus cinco provincias estaban sufriendo las consecuencias de la plaga de conejos, que ocasionó pérdidas estimadas en 600 millones de euros. Según las cifras que manejan los agricultores, sembrar una hectárea de cultivo leñoso tiene unos gastos iniciales para el agricultor que oscilan entre 6.000 y 12.000 euros y todo esto desaparece tras el paso de los conejos.

Alcolea recuerda que La Mancha fue una de las comarcas castellano-manchegas más afectadas. Sin embargo, las medidas adoptadas en coordinación con la Administración regional y las sociedades de cazadores pusieron freno a la plaga. En este punto, el también presidente local de Asaja Socuéllamos agradece la implicación de otros sectores ajenos a la agricultura. «Se detectaron los principales focos y se actuó sobre ellos, pero también se repararon vallados que ayudaron a poner fin a la proliferación de estos animales», sentencia.

Emergencia cinegética. En el escrito remitido a la Junta, Asaja subraya que la declaración del estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus, que establece la limitación de la libertad de circulación de las personas, ha provocado que la presencia de conejos aumente «de manera considerable» en todas las provincias.

Por este motivo, Asaja considera necesaria la puesta en marcha de «medidas excepcionales» para poder ejercer un «control efectivo» de las poblaciones de estas especies. Entre otras medidas, la organización agraria vuelve a solicitar la declaración de comarcas de emergencia cinegética por considerar que se trata de «una de las más eficaces».