En el año 2018 surgió un nuevo formato que buscaba convertir el centro de Ciudad Real en un auténtico espacio para la feria de día. Se trataba de una celebración pensada para que el tradicional vermú se ampliara por la, entonces, nueva peatonalización de la avenida del Rey Santo, primero, y después por los pasajes de la zona centro y la calle de Hernán Pérez del Pulgar, en sucesivas ediciones y siempre con el apoyo y el nombre de una marca de cerveza.

Hay tres zonas en las que este año se ha habilitado un espacio para la música, y que poco a poco se han ido haciendo un hueco para que quienes busquen una alternativa a la carpa o jaima de la plaza Mayor, encuentren un espacio festivo en la hora de la comida, antes de seguir la fiesta en la zona del Torreón, donde ya es tradición que los locales nocturnos abran a mediodía.

La iniciativa es tan buena que cuando se pregunta son muchos los que opinan que debería llevarse a otras zonas de la ciudad. Se trataría de hacer una feria de los barrios, como ya se ha hecho con los gigantes y cabezudos, o con esa propuesta de la Concejalía de Cultura que lleva el teatro y el cine a las distintas plazas. Sería repartir la alegría y también el apoyo económico al sector hostelero, pero también de ayudar a quienes no pueden acercarse al centro de la capital o al recinto ferial a disfrutar un rato de sus fiestas.

Asistentes a los 'mahouñaneos' este miércoles de Feria. - Foto: Tomás Fernández de MoyaEl problema es que ese reparto implicaría que haya menos gente concentrada, y donde hay gente suele haber fiesta, y también la música, habría más calles de la ciudad, donde hubiera djs y conciertos, con lo que eso supondría para quienes buscan el descanso en esas horas centrales del día.

Lo que une a unos y otros es el acierto de que la hora de las cañas se haya convertido en un evento más de feria y que exista una alternativa al vermú con música y ambientes variados en varias calles. 

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