María Moliner dice de la voz encantamiento, en su Diccionario de uso del español, que «es la acción y efecto de encantar por arte de magia». Por otra parte, el encanto –como pieza originaria y precedente al encantamiento– es «el conjunto de cualidades que hacen a algo o alguien encantador o atractivo». En cualquier caso, hay un nexo sutil entre el encanto y el sortilegio del encantamiento.
Mantiene Pilar Zamora Bastante –candidata a la Alcaldía por el PSOE en 2023, alcaldesa entre 2015-2021 y concejala de la Corporación desde 2007– que «la plaza Mayor, merced al trabajo de los socialistas, recuperará todo su encanto», sin especificar cuál será el encanto recuperado y si ello –de haberse preservado como un fósil o como un relicario, tal virginidad espacial de la plaza– fuera viable y posible, cuando asistimos a las grandes paralizaciones –desde la misma modificación de la Unidad de Ejecución que ha durado 25 años, a los plazos vencidos del entoldado que no llega– que dificultan ese difícil ejercicio de retomar el hilo del encanto como atractivo.  Todo ello –el hilo del encanto–, merced al prodigio que obrará la modificación de la Unidad de Ejecución Plaza Mayor. Una UE cuya aprobación ha sido celebrada con reiteración –en estas páginas yo mismo he tratado el acontecimiento celebrativo– como un día o un acontecimiento histórico. De ahí el encantamiento.
La otra parte del relato/discurso de la candidata del PSOE es el ensalzamiento/encantamiento propio y el vituperio ajeno, tan habitual: «Los gobiernos del PSOE hacemos posible aquello que los del Partido Popular, por su dejadez y falta de trabajo, no pueden». Si el trabajo en la Corporación –sea en el Gobierno municipal o sea en la oposición, que se supone también trabajan en otra onda– falta o ha faltado durante tanto tiempo por parte de sus miembros, se podrán extraer conclusiones muy severas y decepcionantes, para todos ellos. Sobre todo, cuando se llevarán 20 años – como Zamora en 2027– en la poltrona municipal –en sus diversas funciones– para afirmar lo afirmado y seguir con el encantamiento. O habrá que recordar a Pilar Zamora la famosa encuesta de mayo-junio de 1988 y moción consiguiente, promovida por el Grupo Municipal Socialista –con Luis Sánchez Miras al frente–, buscando ante el Gobierno de Lorenzo Selas y su grupo independiente, «una plaza con estilo y con personalidad…cuando hay solares esperando ser construidos…y casas que en breve han de ser sustituidas». Casi como ahora mismo. Con la salvedad de los 35 años descontados y encantados.