Sabían que uno de cada cuatro melones que se produce en España ha salido de un melonar de la provincia? ¿Y que en Ciudad Real se sacan el 20 por ciento de las cebollas que se cosechan en toda España? O, quizás en este caso sí, ¿que de las cepas de la provincia salen hasta el 26,3 por ciento de las uvas que se destinan a la producción de vino de España?

Son datos que recoge el Ministerio de Agricultura en una estadística que refleja que la provincia es lo que se conoce como 'un peso pesado' en el ámbito de la producción agroalimentaria.

Así lo destacó el secretario general de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Ciudad Real, Florencio Rodríguez, quien subrayó no sólo el gran peso que tiene la provincia en la producción de determinados alimentos, sino también los «avances significativos que ha habido en cuanto a la producción y también en la calidad».

«Entendemos que el conjunto de la región ha hecho las cosas bien en los últimos años, muy favorables a conseguir que nuestras producciones se empiecen a conocer y a vender en los mercados internacionales y nacionales», agregó el representante de la asociación agraria. No en vano, ya es conocido que el vino de la tierra llega a un amplio número de países del mundo, pero quizás lo es menos que el melón y la sandía ciudadrealeña, que salen de explotaciones de Cinco Casas, Llanos del Caudillo o Membrilla, por poner algunos ejemplos, se degustan también en verano en la mesa de consumidores alemanes, franceses o ingleses.

Para el director general de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, Juan Miguel del Real, estos datos son fruto de la «mayor profesional y mayor dimensión» que han ido cogiendo las cooperativas en los últimos años, las cuales se han ido dotando de «departamentos de exportación para ganar presencia en los mercados y distribuir en ellos de forma estable». De hecho, comentó que la provincia de Ciudad Real «lidera la facturación en las cooperativas en el conjunto de la región», aunque no es la que cuenta con mayor número de cooperativas.

Para Asaja, esos productos «estrella» de la tierra tienen que contar también con una «mayor valor añadido» que revierta, dijo, en agricultores y ganaderos.