Pilar Gómez

MIS RAZONES

Pilar Gómez


El futuro del Partido Popular

04/10/2021

Durante una intensa semana el Partido Popular ha llevado a cabo una Convención muy característica y extraordinaria, desarrollada en diversos escenarios distribuidos en todas las regiones donde gobierna, a los efectos de reunificar sus filas, diseñar proyectos y, especialmente, relanzar la figura de Pablo Casado como líder incontestable de su formación y, por extensión, del centro derecha nacional. El objetivo de los populares viene siendo el de reagrupar a todo ese espectro que se disgregó entre Ciudadanos y Vox bajo el desigual mandato de Mariano Rajoy, que provocó un descenso electoral de vértigo y sembró enormes dudas sobre el futuro de la formación. No se olvide que Cs, con Albert Rivera, estuvo a nueve escaños del  PP. Casi un sorpasso en plena regla que finalmente se revirtió por evidentes errores de estrategia de la dirección naranja.
Pablo Casado, sin lugar a dudas, emerge reforzado de esta tour de force que le ha llevado en estos días, con la celebración de todo tipo de encuentros, reuniones, discursos, mesas redondas y concentraciones de seguidores y militantes, ahora que la pandemia lo permite, en torno a sus dirigentes. Decenas de invitados, desde mandatarios internacionales, pensadores, políticos, creadores, empresarios han desfilado por esas sesiones organizadas por un partido que ha mostrado potencia, músculo y enorme voluntad de plantarle seriamente cara a un PSOE que atraviesa por momentos de dudas y, posiblemente, de retroceso. Casado ha transmitido confianza y energía a sus filas, en algunos momentos algo despistadas por determinadas tensiones de índole interno, o incluso por una corriente de escepticismo e incertidumbre sobre la gestión que se lleva a cabo desde Génova, con etapas sinuosas y episodios polémicos. Entre esas tensiones de familia convendría señalar lo que está ocurriendo con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, a quien se le regatea la posibilidad de asumir el control del partido en su región, algo inaudito dado el proceder del partido en el resto de las regiones. Ir contra la tradición, la corriente y la voluntad de los votantes nunca resulta aconsejable. Este asunto debería despejarse cuanto antes ya que Ayuso, nadie lo duda, es un activo indiscutible y destacado de la formación.
También es necesario que el líder de los populares transmita a la sociedad española cual es, clara y definitivamente, su proyecto político para el caso de que venza en las próximas elecciones generales que tendrán lugar dentro de dos años, salvo adelanto por sorpresa. El PSOE vive tiempos plenos de tribulaciones. La Moncloa navega con dificultad en un mar de problemas y contrariedades, con especial gravedad los que afectan al bolsillo de los contribuyentes, muy damnificados por el aumento sucesivo y, al parecer, imparable de precios de todo tipo. Una especie de pesadilla sin fin. El otoño se anuncia bravío en el terreno energético, así como en la escalada de recibos y facturas. El invierno produce pavor, de ahí que es imprescindible que el PP, si quiere consumar sus propósitos, emerja definitivamente como la fuerza alternativa al actual equipo de Gobierno, caótico y desnortado. Si pretende llegar a la Moncloa, como así parece, Casado ha de ilusionar con un proyecto estimulante y ha de solucionar sus problemas con Ayuso y, por supuesto con Vox, el partido que inevitablemente tendrá la llave de su acceso del poder. Tareas urgentes y, desde luego, fundamentales para redondear una marcha hacia el objetivo que tiene señalado.