"Todo dependerá de cumplir las recomendaciones"

Hilario L. Muñoz
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La posible segunda ola del coronavirus, la situación de los hospitales y el confinamiento son algunas de las cuestiones a las que responde el delegado provincial de Sanidad, Francisco José García

Francisco José García. - Foto: Tomás Fernández de Moya

¿Cómo podemos denominar la situación actual? ¿Se puede hablar de segunda ola?

Estamos siguiendo la tónica de lo que está pasando a nivel nacional, se ha incrementado el número de contagios y al haber más contagios se ha elevado el número de hospitalizaciones y, en algunos casos también, el número de fallecimientos, pero no estamos al nivel que estábamos en la anterior oleada. 

No estamos en los mismos niveles sanitarios, pero en contagios es igual o peor...

Hay muchos más contagios porque se hacen muchas más pruebas y la capacidad de diagnóstico ha aumentado. En Castilla-La Mancha detectamos precozmente muchas infecciones en periodos iniciales de la enfermedad. Estamos detectando infecciones en periodos precoces y asintomáticos y ese es el objetivo que nos marcamos cuando acabamos esa primera oleada de la pandemia: detectar, aislar casos sospechosos y hacer pruebas para romper la transmisión. 

¿A qué se debe esta situación: relajación, fiestas en los pueblos o contactos familiares?

La causa principal es que el virus no se ha ido y sigue estando entre nosotros. Las medidas tan severas que tuvimos en el confinamiento hicieron que hubiera menos transmisión. A la persistencia del virus se ha sumado cierta relajación de la ciudadanía, ante lo que hay que hacer un llamamiento porque tenemos que adaptarnos a esta nueva normalidad y a convivir mientras que no haya un tratamiento efectivo o una vacuna.  Todos hemos hecho un esfuerzo colectivo al tener que dejar de hacer cosas que tradicionalmente se hacen, sobre todo en verano. Todos los municipios han suspendido fiestas patronales y demás eventos lúdicos y festivos que suelen hacer que nos juntemos en grupos mayores pero en algunos casos, y algunas personas, han seguido haciéndolo por su cuenta. No hemos tenido fiestas de la Virgen o del patrón pero nos hemos seguido juntando en grupos mayoritarios y no se han seguido las recomendaciones de seguridad y esto ha provocado que aumente la tasa de contagios. 

¿En qué situación se encuentran los hospitales de la provincia?

Los hospitales están respondiendo adecuadamente bien a la demanda que se está planteando y no estamos, en ningún caso, en la situación que tuvimos en marzo y abril, ni mucho menos. Las últimas cifras nos dicen que hay más hospitalización que hace un mes pero estamos en cifras donde no tenemos un exceso de actividad asistencial por aumento de la incidencia de COVID como tuvimos en esos meses. Los seis hospitales atienden adecuadamente y siguen con su actividad tradicional y habitual y lo que hacen es adaptarse a esta situación.

¿Cuándo sería el momento de iniciar el plan de contingencia?

Los planes de contingencia son documentos dinámicos, en el sentido de que se activan cuando se produce un aumento importante de la necesidad de hospitalización de los pacientes por COVID. Dependen de cada hospital, de su capacidad asistencial, de su número de recursos humanos y materiales para atender la actividad y del aumento del número de pacientes que requieran esa hospitalización o atención de las patologías por COVID. Hay que monitorizar diariamente, como se hacía en la primera ola de la pandemia, la situación que tiene tanto de urgencias como en hospitalización general y en función de los datos y servicios centrales del Sescam y Consejería se planifican una serie de escenarios. No hay un número claro e igual para todos los hospitales porque la realidad de un hospital como Tomelloso o Manzanares no tiene nada que ver con el hospital más grande de la provincia, como es el de Ciudad Real. No solo es por la capacidad de albergar más o menos pacientes sino también por la situación epidemiológica que haya en un momento determinado.

¿Habrá cambios en esos planes respecto a marzo?

Son documentos dinámicos y abiertos y , por lo tanto, cada equipo directivo ha tenido que hacer adaptaciones en función de cómo fueran funcionando y actuando en la anterior etapa. En todos los hospitales se pudo demostrar y comprobar que los planes de contingencia actuaron adecuadamente bien y que con su aplicación y el compromiso de los equipos directivos y la gran implicación y actividad de todos los profesionales sanitarios y no sanitarios de la atención integrada, tanto hospitales como primaria, se hizo un trabajo espléndido y que ninguno de los seis hospitales colapsara y se atendieran adecuadamente todas las situaciones asistenciales. 

En la provincia se han visto anuncios de necesidad de personal en hospitales, ¿faltan sanitarios?

Ahora mismo tenemos las plantillas de todas las gerencias cubiertas fruto del esfuerzo de la Junta de Comunidades de dotar adecuadamente de profesionales. Se han contratado más de 7.000 profesionales en la región. Es verdad que en algunas categorías hay un problema endémico, no solo en Castilla-La Mancha sino en España, como en medicina y en enfermería, donde en este momento estamos prácticamente con las bolsas a cero, por eso se hizo ese llamamiento. Lo ideal sería tener profesionales dispuestos a trabajar, pero en este momento. por la demanda que se ha producido, estas categorías son muy solicitadas. Confiamos en las nuevas hornadas de profesionales y también en la apuesta que ha hecho este Gobierno por mejorar la formación hospitalaria. Esta semana teníamos la noticia de que Puertollano recuperaba la formación especializada que se perdió en la época de Cospedal, en cuanto a la formación MIR de medicina de familia. También va a haber en Puertollano residentes de enfermería. Lo ideal es seguir trabajando para que los profesionales sanitarios se quieran especializar y vengan al Sescam y que cuando la hagan no se quieran ir y se queden con nosotros.

Llevamos semanas viendo cómo aumentan las medias en ciertos municipios. ¿Hasta dónde se puede llegar? ¿Hay un nivel más después de Bolaños?

El nivel máximo que se puede llegar es al que nos permite la legislación con medidas que tienen como objetivo disminuir los contagios y la hospitalización y, sobre todo, reducir al mínimo las muertes por la pandemia. Las medidas que se han tomado en muchos municipios, se puede poner Bolaños como ejemplo porque es el grado máximo que se ha tomado hasta ahora, solo comparable con Villamalea en Albacete, van con la única intención de aplanar la curva y evitar que los contagios vayan a más. Por eso hay que evitar las situaciones que puedan aumentar las concentraciones de personas y movilidad. 

¿Qué suponen esos decretos?

Son medidas muy duras y a mí me duele mucho firmar resoluciones como las que he firmado para Bolaños, pero también para otras localidades como Almagro, Calzada o Ciudad Real capital, donde el único objetivo no es fastidiar sino evitar contagios. Tenemos muy claro que sin salud no hay economía, hay que combatir la pandemia. Estamos en un momento en que la evolución dependerá de cumplir las recomendaciones y las medidas que se han dictado. Lo que hacemos hoy tiene repercusión dentro de 15 días, porque este virus da la cara entre 10 y 14 días después. Por muy duras que sean las medidas son en beneficio personal, tanto cuando se hace un aislamiento y pruebas, como en beneficio de la salud colectiva, la pública. O nos comprometemos todos en luchar contra el virus o no conseguiremos erradicarlo. Si alguien piensa que las medidas que se toman son porque la Consejería de Sanidad o sanitarios tienen algún interés en fastidiar a la gente se están equivocando. Si alguien piensa que son por represalias políticas se equivocan totalmente. El virus no entiende de ideas políticas o municipios, ataca y se propaga donde puede y donde le dejan.

Respecto a Bolaños, lleva un mes con medidas sin doblegar del todo la curva. ¿Qué falta para hacerlo?

Hay una situación preocupante. Empezamos con medidas el 25 de agosto. Viendo que la curva no se doblegaba y seguía hacia adelante decidimos intensificar esas medidas y hacer un confinamiento de la población para intentar parar esa curva porque seguía en aumento. Parece que en los últimos días el número de contagios es menor que en la tónica general anterior pero aun así sigue siendo un número importante de contagios como para seguir manteniendo las medidas. No podemos bajar la guardia porque estamos en un escenario de transmisión comunitaria en una localidad de 12.000 habitantes y que acumula más de 700 contagios y el séptimo fallecido. Son datos que deben hacer reflexionar a toda la población de Bolaños para que hagan un cumplimiento estricto de las medidas. Me consta que buena parte de la población está cumpliendo exhaustivamente todas las medias, pero nos consta que hay parte de la población que se está saltando el confinamiento, que hay empresas que se lo están saltando y, obviamente, tenemos que actuar y no nos dolerán prendas en sancionar estos comportamientos incívicos e ilegales porque se saltan las resoluciones de la autoridad sanitaria, ratificadas por la judicial. 

Una de las quejas de las medidas sanitarias es la que hacen los vendedores ambulantes que ven cómo ellos tienen un 30% de atención mientras que otros espacios se encuentran al 50%. ¿Por qué esas diferencias?

Está claro que la reducción de aforos o la prohibición se hace siempre que la localidad tenga otros dispositivos en los que la gente pueda acceder a hacer sus compras. Si una localidad no tiene ninguna tienda no vamos a prohibir que haya el mercadillo, lógicamente con las distancias de seguridad. Cuando se toman medidas se toman para intentar parar de alguna forma un escenario de transmisión comunitaria. Hay diferencias entre lo que es una compra en un sitio ambulante de una compra en un sitio establecido como tal. Lo que intentamos es evitar la concentración de personas, de ahí las restricciones en el aforo. También intentamos reducir la movilidad, no solo de la gente que va sino de los vendedores que van de municipio a municipio y algunos por barrios. 

Los médicos de atención primaria llevan semanas reclamando más medios en los centros de salud. ¿Qué necesidades detectan desde la Delegación?

Estamos en un momento de cambio para todo el mundo. La pandemia y la vida tras la primera oleada ha hecho que se cambie cómo se trabajaba en los centros de salud, evitando la concentración de personas y la movilidad y, por eso se implantaron las consultas de atención telefónica tanto de medicina como de enfermería. Hay trabajo actualmente porque estamos en un momento de aumento de la actividad, están los pacientes que enferman, los que tienen patologías crónicas y los de la pandemia, con una incidencia muy importante en algunos sitios. También es verdad que hemos pasado por un periodo veraniego en el que todos los trabajadores tienen sus vacaciones, con un escenario en el que hay pocas posibilidades de sustitución, no porque no queramos sino porque no hay bolsa. En verano hemos tenido que reorganizarnos y eso supone sobrecargar algo más de trabajo. Ahora estamos a finales de septiembre, las vacaciones han concluido, o están a punto de concluir, las plantillas deberán estar al 100% de sus números efectivos u originales y eso supone que la carga de trabajo se normalizará.