Los vecinos y vecinas de Pozuelo de Calatrava celebran con pasión y fe todas las venidas de Santa María de la Cabeza de los Santos desde su santuario, pero la de este año fue, si cabe, más especial por muchos motivos. El último traslado de la Virgen a la iglesia parroquial San Juan Bautista se produjo hace cinco largos años, en 2017. Este acontecimiento se repite cada tres años, pero la Hermandad decidió posponer la venida de 2020 a 2021 para hacerla coincidir con el 25 aniversario de la coronación canónica de la patrona pozueleña, que tuvo lugar en octubre de 1996. La pandemia, que tantas vidas se ha llevado por delante, obligó a suspender todos los actos y finalmente se está conmemorando estos días.

Cientos de pozueleños acompañaron a la Virgen desde su santuario, ubicado en el Cerro de las Cogutas, hasta la localidad, donde hizo una entrada triunfal portando, por primera vez en su historia, el cetro y la corona donada por los hermanos Carmelo y Manuel Ocaña Sánchez. A lo largo del camino, 'La Llovedora', como se le conoce cariñosamente, sus portadores y los acompañantes hicieron varias paradas para rezar y recuperar fuerzas. La comida de hermandad tuvo lugar en el Vado de las Peñuelas, mientras que en la explanada de San Isidro, se repartió limoná y puñao a todos los presentes. 

Alrededor de las 20.30 horas, entre vivas y aplausos, la patrona fue recibida por una comitiva oficial formada por la Corporación municipal, con el alcalde, Julián Triguero, a la cabeza, la Agrupación Musical José Gracia Sánchez y el párroco, Jesús Álvarez. No faltaron tampoco las insignias de todas las hermandades y cofradías de la villa. Minutos antes, en una sesión plenaria extraordinaria, fue nombrada Alcaldesa Honoraria de Pozuelo de Calatrava.

Pozuelo celebra la venida más esperada - Foto: Rueda VillaverdeSanta María de la Cabeza de los Santos fue recibida en un altar preparado por los vecinos de la barriada de San Blas junto a la quema de fuegos artificiales. Desde este punto, tras el tradicional pregón de bienvenida por parte de la autoridad religiosa, comenzó la procesión hasta la iglesia San Juan Bautista, recorriendo la avenida que lleva su nombre y la plaza de España, engalanadas con mimo para una ocasión tan especial. La jornada, plena de emociones y sentimientos, finalizó con una eucaristía en el templo pozueleño.

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