Los centros dicen 'good bye' al bilingüismo

M. E.
-

Siete colegios o institutos de Ciudad Real abandonarán el próximo curso un programa que ha ido perdiendo adeptos en los últimos años por un «mal planteamiento» y «falta de recursos»

Los centros dicen ‘good bye’ al bilingüismo - Foto: Tomás Fernández de Moya

El programa de bilingüismo y plurilingüismo para centros educativos públicos no universitarios puesto en marcha con un gran éxito de aceptación en Castilla-La Mancha en el año 2006 se desinfla. Según el último listado de la Dirección General de Inclusión Educativa y Programas, en toda la región sólo se han registrado tres solicitudes de nuevas incorporaciones (dos en Albacete y una en Guadalajara), mientras que las peticiones de abandono han sido 52, de las que 44 han sido aprobadas. En la provincia de Ciudad Real no habrá altas para el próximo curso 2022-2023, mientras que han sido nueve las solicitudes para salirse de él, de las que siete han sido aceptadas: los CEIP Alces de Alcázar de San Juan, Clara Campoamor y El Pradillo de Miguelturra y Severo Ochoa de Puertollano, el CC Nuestra Señora de las Mercedes de Herencia, el EFA Moratalaz de Manzanares y el IES Marmaria de Membrilla. También pidieron cesar, aunque sus instancias fueron rechazadas, el CEIP Virgen del Salido de Carrizosa y el CEIP Gerardo Martínez de Socuéllamos.

Estos siete centros que abandonarán el programa bilingüe se suman a una decena que ya lo solicitaron en cursos pasados, de los 151 centros en total que estaban adheridos a este proyecto educativo. Centros que deberán esperar a que todos los alumnos que iniciaron el programa concluyan su ciclo formativo, como así exige el decreto regulador.

¿Este goteo de bajas y la ausencia de nuevas incorporaciones evidencias un programa bilingüe fracasado? Desde CCOO lo tienen muy claro y apuntan con su dedo a la Consejería de Educación, a la que acusan de no haber apostado de verdad por él. «Se ha hecho sin la financiación suficiente, con falta de herramientas pedagógicas, sin grupos de alumnos reducidos y con escasa formación para los docentes», resume Antonio Gómez, secretario provincial de Enseñanza de este sindicato, que lamenta que el profesorado con clases bilingües haya tenido que ejercer de autodidactas para aprender el método de enseñanza «a base de ensayo y error». Una visión que se comparte desde STE, que añade otro problema nuevo, la exigencia del nivel C1 para impartir bilingüismo en Bachillerato y FP, de tal manera que «la Consejería se ha puesto a pisar las flores de su jardín», afirma en un comunicado este sindicato.

Los centros dicen ‘good bye’ al bilingüismoLos centros dicen ‘good bye’ al bilingüismo - Foto: Tomás Fernández de MoyaDe la misma opinión son los responsables de los centros que han tramitado su baja en el programa con los que se ha puesto en contacto La Tribuna. Centros cuyo claustro docente aprobaba el cese de sus proyectos, decisión que después era ratificada por unanimidad por los padres de alumnos en los consejos escolares. Pilar Imedio, directora del CEIP El Pradillo de Miguelturra, adherido al programa desde 2008, ha llegado a la conclusión de que «dar materias en inglés no favorece la comprensión del alumno, que se ve obligado a memorizar tecnicismos que después no les van a ser útiles». A su entender, la alternativa clara a este programa debería ser aumentar el número de horas de enseñanza de idiomas de manera específica y la posibilidad de contratar profesorado nativo: «El programa bilingüe no está bien planteado, hay falta de recursos y se obliga al profesorado a hacer un esfuerzo inmenso».

También en Miguelturra se saldrá del programa el CEIP Clara Campoamor, del que forma parte desde hace diez años. Desde la dirección se deja claro que el centro «está muy comprometido con el bilingüismo», aunque este programa «no está enfocado para que los chicos se beneficien de él y tiene más inconvenientes que ventajas». Antonio Gómez también reclama a cambio más horas específicas de inglés, o al menos la posibilidad de que cada centro pueda elegir las áreas que quiere impartir como bilingües. «Es un sinsentido que los alumnos tengan que aprender palabras técnicas en inglés, que después no van a necesitar, y encima les cuesta más aprender esa asignatura que si la cursaran en castellano», afirma el director.

Demanda nula.

El caso del IES Marmaria de Membrilla es significativo. Desde hace tres cursos no hay demanda del alumnado por la línea bilingüe, lo que les llevaba de manera inexcusable a solicitar también su salida del programa. Una salida que podrán hacer efectiva este mismo verano, cuando los estudiantes que iniciaron el programa al entrar en la ESO finalicen el ciclo. «Las materias se van complicando y las familias prefieren que sus hijos cursen las asignaturas en castellano, y si quieren reforzar el idioma acuden a las academias privadas», argumenta su director, Gustavo Ramírez. Este instituto lleva más de una década adherido a un programa de bilingüismo. «Hemos hecho todo lo posible por mantenerlo, pero es que la demanda de los alumnos es nula», confirma.

Estos tres casos son la constatación del mal funcionamiento de un programa que en el momento de su creación supuso un verdadero bum de solicitudes de ingreso de centros cuyos alumnos y familias se vieron muy atraídos por los posibles beneficios que conllevaría. Unas altas expectativas que no han sido alcanzadas, a tenor de esta innegable dinámica de abandonos en un programa de se desinfla curso tras curso.