Una moción con mucho de esperpento

Pilar Cernuda
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El Congreso de los Diputados será esta semana más apasionante que cualquier película porque no se conoce el guion ni el final, puede ocurrir cualquier cosa. Incluso, que la iniciativa sea retirada

Una moción con mucho de esperpento - Foto: Gustavo Valiente

El texto íntegro se filtró a los medios de comunicación una semana antes del debate parlamentario. La euforia en la que vive el candidato Ramón Tamames le llevó a enviárselo no solo a Fernando Sánchez Dragó, que colaboró en la elaboración del discurso, sino que se lo mostró también a compañeros de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, y no todos mantuvieron la discreción. 

En Moncloa se frotan las manos por que al conocer el discurso pueden preparar su defensa, y hay quien sugiere que Sánchez solo responda a Abascal, antes de que Tamames inicie su discurso, y que aproveche la ocasión para arremeter con fuerza contra el PP, no solo contra Vox. 

Y hay más sugerencias en el círculo presidencial: que Tamames se enfrente solo Yolanda Díaz. De esa manera, no se expone el presidente de Gobierno - no es fácil debatir con un hombre de 90 años, sin complejos y de importante biografía- y, de paso, se conocerán las aptitudes reales de la gallega como líder política, lo que también conviene a un Sánchez que sabe que su única posibilidad de mantenerse como presidente es que Podemos y Suma le aporten los escaños necesarios para lograr la mayoría de investidura.

Así están las cosas estos días previos a la moción, pero todo es tan insólito, tal teatral, con tantos protagonismos, cambios de estrategia y un candidato que cree sinceramente que puede ser presidente, que de aquí al martes todo y nada puede ocurrir. Incluso, que Vox retire la moción: en el partido no solo hay desconcierto sino que personas relevantes reconocen que se han equivocado al presentar la moción y, más aún, al elegir candidato. 

Ese clima de descontento, que existe hace tiempo, aunque se ocultaba, sale a la luz. Se está viendo que solo dos personas ejercen como estrategas de Vox, Santiago Abascal y sobre todo Kiko Monasterio, periodista y asesor del presidente del partido. Tanto Iván Espinosa de los Monteros como Ignacio Garriga o Jorge Buxadé cuentan pero no influyen en las decisiones del partido. 

El jueves, en una sala del Congreso de los Diputados, Ramón Tamames y Santiago Abascal celebraron una rueda de prensa para transmitir, o intentar comunicar, que es más lo que les une que lo que les separa; que Tamames se siente orgulloso de ser el candidato de Vox a la Presidencia del Gobierno en la moción de censura, y de que Abascal considera que con Tamames se ha alcanzado su objetivo, presentar un candidato verdaderamente independiente.

La 'desconocida' biografía

La rueda de prensa era necesaria, porque el exceso de tiempo transcurrido desde que se anunció la moción el pasado diciembre primero, y después el nombre del candidato, había provocado un clima de duda en el seno de Vox que iba in crescendo a medida que se publicaban datos biográficos del candidato y se sucedían sus declaraciones. 

Tamames cuenta con una trayectoria conocida para cualquier español interesado en política, y todo hace pensar que en Vox nadie se ha interesado por preguntar o leer sobre su pasado, su carácter y su personalidad, antes de ofrecerle la candidatura a la Presidencia del Ejecutivo.

Militante comunista muy activo, conoció la cárcel en tiempos de Franco pero, tras los primeros años de la Transición, giró hacia posiciones centristas. Desde que se le ofreció la candidatura, en sus entrevistas se ha mostrado muy ajeno a los principios que defiende Vox. A todo ello, se sumaba que en los sondeos últimos se recogía la pérdida de fuerza de Vox, así que la inquietud que se vivía en la calle Bambú, sede de Vox, se transformó en preocupación.

Además de político y economista de gran prestigio, cuyo libro Estructura Económica de España ha sido un referente para los profesionales, a sus casi 90 años ha revivido después de décadas de ausencia en la primera fila de la sociedad. Tanto política como intelectual. 

La oferta de Abascal, que vino de la mano de su gran amigo y compañero en la prisión de Carabanchel, Fernando Sánchez Dragó, a su vez amigo del presidente de Vox, fue aceptada de inmediato. Muy centrado en su actividad como miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, veía la oportunidad de recuperar el protagonismo perdido. Desde el mismo día que se conoció la noticia, aceptó con satisfacción, no con resignación, las llamadas de periodistas que pedían entrevistas, y a todas respondió, hasta el punto de realizar cuatro o cinco diarias.

Ahí surgieron los primeros problemas, porque aparecieron las discrepancias. No era de Vox, había llegado al acuerdo con Abascal de que le dejarían actuar con absoluta independencia. Se le pidió, entonces, prudencia y contención. 

Tamames escribió el discurso en muy pocos días, porque su entusiasmo le llevó a hacerlo compulsivamente. Mucho antes de que Maritxell Batet anunciara la fecha del debate de la moción, los días 21 y 22 de marzo, el protagonista ya había finalizado el texto.

Invitaciones

El propio Tamames anunció que había invitado a cenar a Sánchez el día anterior a presentar la moción, pero que había declinado porque no le parecía pertinente. Gabriel Rufián, por su parte, contaba en el Congreso que también a él le habían invitado. Todo es esperpéntico, un despropósito, y en Bambú el desasosiego hizo exclamar a alguno que iban al desastre. Abascal intentaba calmar los ánimos con el argumento de que la moción se convertiría en un problema para el PP si insistía en la abstención, porque sus votantes no le perdonarían que no aprovechara la oportunidad para expulsar a Sánchez del Gobierno. 

El candidato seguía con declaraciones en las que explicaba que coincidía con algunas de las posiciones de Rufián, y que no se sentía crítico con Pedro Sánchez. En las hemerotecas aparecían declaraciones suyas posteriores a la celebración del referéndum ilegal de Cataluña del 1-O en las que defendía el reconocimiento de Cataluña como nación para resolver el conflicto. Consideraba a España una nación de naciones.

En Vox dicen que la moción dañará a Sánchez y al PP; en el PP que dará oxígeno al Ejecutivo y a sus socios porque fracasará. Sánchez afirma que perjudicará a Feijóo por su contradicción al no votar en contra de ?él y a favor de que abandone la Presidencia. Cada uno la interpreta a conveniencia.

Esta semana habrá espectáculo en el Congreso de los Diputados. Más apasionante que cualquier serie o película, porque no se conoce el guion ni el final, puede ocurrir cualquier cosa. Incluso, que finalmente no haya moción.