El excura condenado a más de 30 años por abusos sexuales a menores ha ingresado en prisión para cumplir la pena ratificada por el Tribunal Supremo.
El martes 20 de octubre acudió a la Audiencia Provincial de Ciudad Real para recoger personalmente el auto de ejecución y de ingreso en prisión. Según ha indicado a este diario el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla-La Mancha, el auto se notificó hace unos días al abogado y éste informó al exsacerdote que se desplazó hasta la Audiencia Provincial de Ciudad Real para recoger el documento de la ejecución de la pena. Cumplido el plazo de cinco días, ha entrado en prisión, según ha podido saber La Tribuna.
Pedro Jiménez era formador en el Seminario Diocesano de Ciudad Real y tutor de los alumnos que cursaban estudios en esta institución eclesiástica. A últimos de marzo de 2016 se destaparon los hechos por los que fue juzgado y condenado por el Tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial.
La Diócesis de Ciudad Real se vio salpicada la primavera de 2016 por el escándalo de unos presuntos abusos en el Seminario. El entonces obispo Antonio Angora (ya fallecido) actuó de forma diligente y puso el caso, la investigación interna realizada, en manos de la Fiscalía de Ciudad Real. El fiscal jefe, Luis Huete, también fue rápido y meticuloso en cumplimiento de los derechos fundamentales de los menores y del propio investigado en aras de la justicia.
En noviembre de 2017, la Fiscalía dio a conocer su escrito de acusación y petición de 40 años de cárcel por delitos de abusos sexuales a nueve menores.
El juicio se celebró a últimos de 2019 y en enero de 2020 se hacía pública la sentencia. La Audiencia de Ciudad Real condenó al excura a 22 años y ocho meses de cárcel por abusos sexuales a siete menores. El excura recurrió la sentencia en apelación. El TSJ de Castilla-La Mancha no sólo ratificó la condena, sino que la elevó a 30 años y dos meses de cárcel.
El exsacerdote recurrió entonces en casación y el Tribunal Supremo emitió su dictamen a primeros del pasado mes de septiembre. Se trata de la mayor condena impuesta en España a un excura por abusos sexuales.
Alivio. Las familias de los menores ha respirado aliviados con la noticia, ya que ahora podrán empezar a pasar página, a tratar de recobrar sus vidas y olvidar. El abogado Rodrigo García, que ha defendido con ahínco a varios menores a través de sus familias, dice que es un alivio, un respiro para estas personas que tanto han sufrido por los abusos y largo proceso judicial.