Piden 11 años de cárcel por vejar y abusar de su hijo

Pilar Muñoz
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Los hechos se denunciaron en 2016 y se van a juzgar el próximo 27 en la Audiencia Provincial de Ciudad Real

Audiencia Provincial de CIudad Real - Foto: Rueda Villaverde

Un hombre va a ser juzgado el próximo 27 en la Audiencia Provincial de Ciudad Real por vejar y abusar de su hijo menor, delitos por los que se enfrenta a una condena de once años de cárcel.

El acusado, que responde a las iniciales J. R. C. P. y con antecedentes penales anteriores y posteriores a los hechos (2016), estuvo en prisión preventiva veinte días (del 2 al 22 de diciembre).

La fiscal del caso le acusa de un delito continuado de violencia psíquica habitual, un delito de abuso sexual y tres de violencia en el ámbito familiar concurriendo en el primero y tercero citado la circunstancia agravante de reincidencia.

Además de la pena de cárcel, la fiscal considera que procede imponer al acusado la prohibición de aproximarse al menor en cualquier lugar en el que se encuentre a una distancia inferior a 200 metros, así como a comunicarse con él a través de cualquier medio o procedimiento, directa e indirectamente, por espacio de 16 años.

En concepto de responsabilidad civil, la fiscal solicita que indemnice al menor en la cantidad de 15.000 euros por los daños físicos y morales derivados del hecho ilícito, además de los intereses legales que correspondan.

Dormía con el menor. Según el relato que hace  el Ministerio Fiscal en base a las pruebas y testimonios, el acusado «aprovechaba el disfrute del régimen de visitas y periodos de vacaciones para someter a su hijo a un trato humillante, claramente vejatorio, atentando contra la integridad del niño». Era habitual que en la vivienda familiar del acusado, en Ciudad Real, pese a tener una habitación el menor, le obligaba a dormir con él en la misma cama, a pesar de su oposición. El acusado completamente desnudo veía junto a su hijo, que llevaba su pijama, vídeos de naturaleza pornográfica con su teléfono móvil, haciéndole partícipe. El menor lo rechazaba porque le daba asco.

Según el relato de hechos de la fiscal, en una ocasión, sin concreción del día, el encausado «para su propio placer, estimulación o gratificación sexual, en la cama, procedió a tocar a su hijo insistentemente el órgano genital abusando de su clara superioridad». También era frecuente que le frotara fuertemente la zona anal cuando el menor estaba lavándose. De manera individualizada, según la fiscal, están acreditados tres episodios de violencia física: uno en la festividad de los Reyes Magos de 2016, otro un sábado de marzo del mismo año cuando padre e hijo volvían de un partido de balonmano y tras las vacaciones de verano en la playa durante 2016. En los tres supuestos, ya en el domicilio familiar y sin que consten motivos concretos que desencadenaran la situación violenta agredió a su hijo diciéndole que lo hacía para que fuera más fuerte.

El menor no contó a su madre los hechos hasta noviembre de 2016 con motivo de un episodio de violencia de género contra ella, siendo entonces denunciado el acusado.