La Policía apunta a un alza de delitos por la marihuana indoor

H. L. M.
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Tras la pandemia, hay más operaciones en las que se incautan plantas en viviendas y los detenidos suelen ser personas que habían cometido delitos contra la propiedad

El inspector Pedro Castiblanque con el logotipo del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial. - Foto: Tomás Fernández de Moya

El Grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional de la Comisaría Provincial de Ciudad Real ha notado un cambio de tendencia durante los últimos dos años en el modo en que actúan los delincuentes en materia de drogas. El cambio se debe a que cada vez hay más marihuana de 'origen' ciudadrealeño, con multitud de operaciones que reflejan esta situación de plantaciones en casas y en la que se han encontrado con que hay delincuentes, que si antes se dedicaban a delitos contra la propiedad, como robos, ahora han empezado a dedicarse a la plantación en casa y la venta de marihuana.

Se trata de un cambio que explica el inspector encargado del grupo, Pedro Castiblanque. Comenta que esta situación se muestra en algunas operaciones desarrolladas en estos años, como la Coferu-Torres, en Puertollano, donde se incautaron casi 2.500 plantas de marihuana y otras tantas en otros espacios, con cientos y miles de plantas encontradas.

Se trata de «plantaciones sofisticadas» en las que hay lámparas, enganches de luz y agua, con una tendencia que se vio «favorecida» en la pandemia y en la que los delincuentes han encontrado «menos riesgo: con poco trabajo consiguen un rendimiento económico importante».

«Hemos detectado delincuentes que, en vez de dedicarse a delitos contra la propiedad se están dedicando al cultivo indoor de marihuana» y señaló a esa situación, por ejemplo, en la ciudad minera, donde «hay gran cantidad de casas bajas que se dedican al cultivo». Es «una tendencia» que se están encontrando los efectivos de este cuerpo policial.

Castiblanque explicó que, más allá de estas plantaciones en las viviendas, aún sigue habiendo en Ciudad Real puntos de venta de cocaína, recuerda el inspector. De hecho, en una de las operaciones que se han realizado en estos dos años se detuvo a diez personas y se logró cerrar uno de los principales puntos de venta de esta sustancia en la capital. Fue gracias a la denominada operación Nobel. «Era el grupo criminal más activo en la provincia de Ciudad Real». Hay una diferencia entre esta cocaína, que suele llegar a la provincia de Madrid, y la marihuana que se planta en la provincia.

Mientras, en la provincia de Ciudad Real, las últimas modas peligrosas, con sustancias como «el karkubi o la cocaína rosa, no llegan» y el mundo de los estupefacientes, se encuentra dominado por la marihuana y, en menor medida, por la cocaína y la heroína, que están en decrecimiento, así como el éxtasis, cuyo consumo se mantiene.

Castiblanque puso el acento en que el grupo de estupefacientes de la Comisaría Provincial se encuentra en una buena situación, integrado por ocho personas, con varios vehículos y todos los medios tecnológicos disponibles. «No ha habido ningún momento de la historia que hayamos estado mejor que ahora», dijo Castiblanque. «Son medios que nos permiten hacer un trabajo más sofisticado y a la altura de lo que nos piden los juzgados», indicó, por lo que es «muy difícil que haya una persona que se dedique al tráfico de drogas» y que no sea conocida por la Policía Nacional.

Hay que tener en cuenta que en muchas de las operaciones realizadas por el Grupo de Estupefacientes se han encontrado armas, sobre todo simuladas, que se emplean para «la protección del punto de venta».

Durante la pandemia, además del incremento de la marihuana indoor, el grupo de estupefacientes ha realizado numerosas operaciones como la desactivación de un punto de venta en la barriada de San Antón, y que permitió, gracias al cúmulo de pruebas, mandar a prisión a los responsables. De hecho, la cifra es de un centenar de detenidos en estos dos años y unos 70 registros, sobre todo en 2022 en que la actividad se ha ampliado.