El sector olivarero de la provincia de Ciudad Real estará representado por alrededor de un millar de agricultores en la manifestación que tendrá lugar en Madrid en defensa del olivar tradicional. Cerca de una veintena de autobuses fletados por organizaciones agrarias y cooperativas ciudadrealeñas partirán mañana hacia la capital de España a un acto en el que los productores expresarán su «indignación» por la crisis de precios del aceite de oliva y los efectos nocivos de la guerra arancelaria. A ellos se sumarán muchos agricultores que viajarán en sus vehículos particulares. «Los aranceles de Trump han sido la gota que ha colmado el vaso», subrayó a La Tribuna el secretario regional técnico de Asaja, Arturo Serrano, que afirmó que esta decisión unilateral de Estados Unidos, «que no deben permitir ni España ni la Unión Europea», ha animado a un mayor número de agricultores a sumarse a una manifestación que será «importante». La organización agraria ya tenía confirmados este martes alrededor de 35 autobuses en toda la región, la mayoría con salida desde localidades ciudadrealeñas y toledanas, pero también de la comarca albaceteña de la Sierra de Alcaraz. El olivo es uno de los cultivos más extendidos en la provincia de Ciudad Real junto a la vid, con importantes explotaciones en el Campo de Montiel, los Estados del Duque y el Valle de Alcudia, pero también en otras zonas como Villarrubia de los Ojos. Allí, la cooperativa El Progreso, que hoy acaba la vendimia, ya tenía completo un autobús y la lista para apuntarse a la manifestación seguía abierta por si podían llenar un segundo, tal y como confirmó a este diario su presidente, Jesús Julián Casanova. El grupo Montes Norte también ha fletado otro autobús para sus socios de las cooperativas de Malagón, Las Labores, Piedrabuena, Herencia, Arroba, Puerto Lápice y Fuente el Fresno. La manifestación partirá a las 11.30 horas del viernes de la Puerta de Alcalá y concluirá en el Ministerio de Agricultura, donde se procederá a la lectura de un manifiesto reivindicativo. En este punto, Arturo Serrano hizo hincapié en que una de las principales demandas son precios justos para un olivar vivo. «Defendemos una mayor rentabilidad en el mercado para nuestros olivares tradicionales y sostenibles», apostilló el dirigente de Asaja para asegurar que la crisis de precios que sufre el aceite de oliva (con un descenso del 40% respecto a la media de las dos últimas campañas) responde a «movimientos especulativos». Las organizaciones profesionales agrarias también piden una revisión completa del sistema de almacenamiento privado con actualización inmediata de los precios de desencadenamiento que tenga en cuenta los costes de producción y el establecimiento de normas de autorregulación del mercado con carácter obligatorio para todo el sector. El manifiesto también pone de relieve la lucha contra la despoblación. Reclaman, en este sentido, medidas de apoyo para los olivares con mayores dificultades, «cuyo papel socioeconómico, ambiental y paisajístico es fundamental para el mantenimiento de nuestros pueblos». «Las políticas de lucha contra el despoblamiento deben tener en cuenta la capacidad del olivar rentable para fijar población», subraya un sector que también apuesta por la concentración y el asociacionismo para mejorar el valor añadido obtenido por los productores.